Una familia de Pinar del Río relató a Telemundo 51 la aterradora experiencia que vivieron cuando el huracán Ian azotó el occidente de Cuba en septiembre pasado.
Choly Gracia, su esposo y sus dos hijas sintieron el impacto del ciclón en su propiedad en la Carretera de Viñales KM 1/2 Casa #33 Final.
Ian azotó a Pinar del Río, la región más occidental de Cuba, como un huracán de categoría 3 el martes 27 de septiembre del 2022.
Choly explica que aseguraron la casa lo mejor que pudieron y tomaron las precauciones necesaria para cubrir su casa de madera y zinc, pero poco después de la medianoche se quedaron sin electricidad.
Manténte al tanto de las noticias locales y del estado del tiempo. Suscríbete a nuestros newsletters gratuitos aquí.
En penumbras, con una lámpara y la iluminación de su teléfono celular, comenzó la peor pesadilla.
"Estamos asustados, caballero, hay mucho viento. Las tejas del salón se están moviendo, nos tocó meternos debajo del clóset, que la cosa está fea", dice Choly en uno de los videos grabados en esos momentos de angustia.
Con pánico, escondidos en un pequeño espacio de dos metros y medio de largo por medio metro de ancho, permanecieron durante las primeras horas del impacto más fuerte de Ian.
Cuba
"Yo nunca había sentido el viento soplando tan fuerte como esta vez", dice Choly.
Durante horas la provincia de Pinar del Río quedó prácticamente completa sin servicio eléctrico. Choly apenas se informaba con las actualizaciones del tiempo que desde Miami, le enviaba su madre María Fernanda, residente en Hialeah.
"Yo tenía mucha tensión y por lo menos siempre estaba sentada aquí en el sofá grabándole los partes que daban aquí y se los enviaba al momento", dice María Fernanda.
Pero lo peor aún estaba por llegar. Una vez pasado el ojo del huracán Ian, las ráfagas de viento fueron aún más fuertes.
El techo de la cocina de la casa de Choly voló por los aires al igual que el techo del cuarto de sus hijas.
Dos meses han pasado del paso destructor de Ian y los estragos siguen tan frescos como el primer día. Casas sin electricidad, más de 4,000l viviendas dañadas, redes eléctricas, hidráulicas y de telefonía severamente afectadas.
La situación es especialmente dramática para una población sin recursos económicos y sin accesibilidad a los altos precios del mercado estatal, lo que obliga a los damnificados a encontrar sus propias soluciones.
Choly afirma que no han recibido ayuda económica del gobierno para reconstruir la casa y tuvieron que recoger las fibras de zinc que salieron volando para volverlas a poner.
Sobrevivir, luchar, inventar, negociar. Palabras que retumban a diario entre los cubanos de la isla que cada día lidian con la falta de insumos, la reventa de materiales y los precios impagables publicitados en las páginas sociales de Facebook, WhatsApp o Telegram.
