Análisis: el gigante dormido que despertó y catapultó a Trump

Hubo una inmensa masa de votantes que fue ignorada por todos, incluída su contrincante.

Estados Unidos no es el mismo país de hace 40 años y Donald Trump lo supo muy bien. Tanto, que cuando lanzó su campaña por la nominación republicana aquel 15 de junio de 2015, lo hizo dirigiéndose, en especial, a los millones de norteamericanos que de alguna manera, sin pedirlo, fueron siendo forzados a un sistema, una sociedad y un mundo cambiante que los dejó sintiéndose relegados.

El ahora presidente electo de EEUU hizo trizas las encuestas, quebró lo que dictaba el sentido común y tiró por el suelo las previsiones de la mayoría de los medios al ganar el voto electoral que lo propulsó a la Casa Blanca.

Donald Trump.
Los integrantes del Colegio Electoral finalmente se reúnen este 19 de diciembre para formalizar con su voto el resultado de las elecciones. Aquí te explicamos este proceso que confirmará si el ganador de los comicios es o no, Donald Trump.
El Colegio Electoral es el que realmente vota al presidente de Estados Unidos en cada elección cada cuatro años por medio de sus integrantes, conocidos como electores.
El Colegio Electoral es un proceso, no un lugar o un edificio, tal como se explica en el sitio oficial del US Electoral College. En cada estado, sus miembros se reúnen en distintos lugares, como edificios públicos.
El Colegio Electoral fue agregado a la Constitución como una manera de balance entre la elección del presidente por medio del voto en el Congreso y la elección del presidente a través del voto popular.
El Colegio Electoral está integrado por 538 electores que representan a cada estado de Estados Unidos de la siguiente manera: uno por cada legislador que tiene dicho estado en la Casa de Representantes y dos por los dos senadores que representan a cada estado en el Congreso. Esto quiere decir que mientras más habitantes tenga un estado, mayor es la cantidad de electores que lo representan en el Colegio Electoral ya que mayor es el número de representantes que tiene en el Congreso.
Cada candidato tiene su propio grupo de electores en el Colegio Electoral, distribuidos de acuerdo a lo que establece la Constitución y elegidos por el partido de tal o cual candidato. Por esta razón, cuando se vota por un candidato, en realidad se vota por los electores de dicho candidato en el Colegio Electoral.
Las elecciones se realizan en Estados Unidos cada cuatro años, el martes que le sigue al primer lunes de noviembre. La mayoría de estados tiene establecido que quien gana la mayoria de votos en tal o cual estado, se queda con el total de los electores del Colegio Electoral de este estadop (excepto Maine y Nebraska, que tienen una variación proporcional de representación).
Como el total de electores en el Colegio Electoral fue establecido por la Constitución en 538, quien gane la mayoría de esos electores -270- o más, se convierte en presidente de Estados Unidos.
Es por eso que en Estados Unidos importa el resultado de las elecciones estado por estado -no el total de votos emitidos a nivel nacional-, ya que suman el número de electores ganados y que debe sobrepasar el 'número mágico' de 270. En la foto, las cajas con los votos emitidos en Florida en las polémicas elecciones de 2000, que fueron vendidos en una subasta en 2004.
Como se recordará, las elecciones de 2000 fueron definidas por la Corte Suprema de Justicia tras un fallo que le dio el triunfo en Florida al entonces presidente George W. Bush, quien le ganó a Al Gore por poco más de 550 votos. El caso terminó en la Corte tras una serie de denuncias por fraude en el conteo de los votos en ese estado.
Lo ocurrido en las elecciones de 2000 era la cuarta vez en la historia de Estados Unidos que un candidato ganaba la presidencia con menos votos populares que su contrincante, en este caso, el demócrata Al Gore. Este año, Hillary Clinton ganó el voto popular y terminó con más de 2,500,000 de votos más que Trump.
En las elecciones de 2012, Barack Obama ganó la presidencia con 332 votos electorales, versus 206 para el republicano Mitt Romney. Los estados clave de Ohio y Florida sellaron el triunfo del demócrata. El resultado del voto del Colegio Electoral recién se conocerá el 6 de enero de 2017.
Hillary Clinton y Donald Trump estuvieron en medio de una agitada y acalorada campaña electoral para llegar a la presidencia. Trump se impuso finalmente cuando logró sobrepasar los 270 votos electorales necesarios para asegurarse la presidencia. No obstante, desde no pocos sectores, promueven que los electores se inclinen por otros candidatos.Los protagonistas, las noticias, el análisis y todo lo que debes saber para estar informado lo encuentras en nuestra especial cobertura, Decisión 2016

Trump dejó de lado a Hillary Clinton, la candidata demócrata que se perfilaba como ganadora hasta solo pocas horas de la medianoche del histórico día de elecciones.

¿Cómo lo hizo? Prácticamente solo, sin el aparato político tradicional, aunque con el crucial apoyo de la masa de ciudadanos blancos rurales, aquellos que poco tienen que ver con el mundo urbano, educado y progresista. En otras palabras, los hombres y las mujeres trabajadoras, quienes además de haber sido relegados por el orden globalizado que terminó en la fuga de cientos de miles de trabajos a otros países, no han sido atendidos por la clase política de ninguno de los dos partidos principales.

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Gran parte de lo ocurrido el 8 de noviembre pasado puede apuntar a una profunda crisis del sistema norteamericano y su sociedad de consumo, que desde hace al menos 40 años ha sido testigo de cómo millones han visto erosionar su calidad de vida, con ingresos y sueldos estancados frente al aumento del desempleo en áreas como los servicios y la manufactura.

Esa gran masa de votantes, ignorada por ambos partidos en las últimas décadas, recibió con oídos abiertos y atentos el mensaje de Trump hace 16 meses, que les prometía cambios desde afuera del ‘aparato político’ dominante en Washington, DC. El gigante dormido despertó.

Donald J. Trump asume la presidencia de Estados Unidos el viernes 20 de enero. Repasamos la vida del magnate que nació en Queens, Nueva York, el 14 de junio de 1946.
Es el cuarto de cinco hijos del matrimonio entre Frederick C. Trump y Mary MacLeod Trump. Un dato que no muchos conocen: en el 2013 su nombre fue agregado al Salón de la Fama de WWE, una de las principales organizaciones de lucha libre de EEUU. Trump supo ser un entusiasta de la lucha libre y hasta participó en peleas.
Su padre era un empresario de la construcción y desarrollador de bienes y raíces.
Con apenas 13 años, Trump fue enviado a la Academia Militar de Nueva York para mejorar su disciplina.
Allí descolló como estudiante y atleta.
Una vez en la Universidad de Pensilvania, egresó con un título en Economía.
Durante sus años en la universidad, obtuvo exenciones para no acudir a la Guerra de Vietnam.
Tras culminar sus estudios, siguió los pasos de su padre en el negocio inmobiliario.
Y en 1971 tomó control de la empresa familiar, que cambió de nombre a Trump Organization.
También se mudó a Manhattan donde empezó a hacer conexiones con personajes influyentes.
Pronto, se involucró en grandes desarrollos arquitectónicos que se hicieron íconos de la ciudad.
Y comenzó a liderar adquisiciones y refacciones de hoteles y edificios de apartamentos.
Además, sus intereses empezaron a posarse también en el negocio de los casinos y adquirió varios en Atlantic City.
Sus negocios tuvieron fluctuaciones, pero aún así logró labrarse un nombre como promisorio empresario.
En el ámbito personal, Donald Trump se ha casado tres veces.
La primera con Ivana Trump, con quien tuvo tres hijos: Donald Trump, Ivanka Trump y Eric Trump.
Posteriormente se casó con Marla Maples, quien dio a luz a Tiffany Trump.
Y en la actualidad está casado con Melania Trump, con quien procreó a Barron William Trump.
En 2004 se hizo productor y protagonista de la serie de NBC “The Apprentice”.
Y desde 1999 ya había asomado sus intenciones políticas.
En el 2012 anunció que quería competir por la presidencia, pero poco después abandonó la refriega.
Hasta que en mayo del 2015 hizo oficial su intención y entró en la contienda por el partido republicano.
En el camino dejo atrás a políticos como Jeb Bush, Ted Cruz y Marco Rubio.
Para así ser el abanderado republicano y protagonizar una campaña plena de polémicas, que culminó con su triunfo al obtener más de los 270 votos electorales necesarios para llegar a la Casa Blanca. TE PUEDE INTERESAR: Donald Trump asume su victoria con discurso moderado, para ver sus palabras haz clic aquí.

El magnate inmobiliario fue el único candidato presidencial en años recientes que dirigió su mensaje, y de manera especial, a esos millones de ciudadanos, cosa que no hizo su contrincante, Hillary Clinton, quien depositó su confianza en el tradicional apoyo demócrata urbano -mujeres, afroamericanos, hispanos , clase media educada- sin incluir a esa inmensa masa de votantes blancos rurales.

Ningún postulante, desde Barack Obama hasta Ronald Reagan, pasando por George W. Bush y Bill Clinton, tuvo como eje central de su campaña a este emergente grupo que fue tachado de “deplorables” por Hillary Clinton, quien se vio obligada más tarde a pedir disculpas.

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Por esta razón, quizás, se puede entender el por qué no se tradujo en suma de votos el fuerte apoyo que la exsecretaria de Estado recibió de celebridades y personalidades, desde JLo hasta Bruce Springsteen, pasando por Lady Gaga y muchos más: le estaba predicando al coro.

Movida por las inéditas promesas casi ‘mesiánicas’ de Trump -la recuperación de los empleos perdidos, un freno a la inmigración bajo el manto de un mensaje nativista-nacionalista y la abolición de Obamacare, entre otras cosas-, esa masa de votantes blancos despertó de su letargo electoral, salió a votar y lo hizo a favor del republicano.

NEW YORK, NY - NOVEMBER 09: Former Secretary of State Hillary Clinton, accompanied by her husband former President Bill Clinton, pauses as she concedes the presidential election at the New Yorker Hotel on November 9, 2016 in New York City. Republican candidate Donald Trump won the 2016 presidential election in the early hours of the morning in a widely unforeseen upset. (Photo by Justin Sullivan/Getty Images)
Hace un año, el martes 8 de noviembre, Hillary Clinton perdía las elecciones ante el entonces candidato republicano Donald Trump, pese a ganar el voto popular por casi tres millones de sufragios. Repasamos aquel histórico día en que la candidata demócrata, una vez más, lucía su clásico vestido de color púrpura.
En la madrugada del miércoles 9 de noviembre, Clinton aceptó la derrota ante Donald Trump, sepultando las aspiraciones y sueños de millones de votantes que habían apostado a la exsecretaria de Estado y senadora.. En la imagen, de izquierda a derecha, Chelsea Clinton, Bill Clinton, Tim Kaine y Anne Holton, en aquella noche de noviembre.
La candidata demócrata apareció ante las cámaras con un conjunto de blazer con solapa púrpura y blusa del mismo color del diseñador Ralph Lauren. Su esposo, el expresidente Bill Clinton, lució una corbata también de tonalidad púrpura. Mientras que Anne Holton (derecha), esposa del candidato por la vicepresidencia Tim Kaine, lució un vestido con detalles de este color.
En el ámbito de la política, el color púrpura se conoce como un color para fomentar la unidad entre los partidos Republicano y Demócrata, los cuales están representados por los colores rojo y azul, respectivamente. Y la noche de la derrota, no fue la excepción para la experiementada política, que no obstante fue sorprendida en las urnas, al menos en el Colegio Electoral, que le dio la victoria al actual presidente.
"Nuestra nación está más profundamente dividida de lo que pensábamos", dijo Clinton en su primera aparición tras perder la contienda electoral ante Trump.
Durante las elecciones, los estados indecisos suelen llamarse "estados púrpuras", en referencia a que pueden apoyar al Partido Demócrata o Republicano.
El color púrpura también tiene un importante significado en el movimiento del sufragio femenino.
“El púrpura es el color de la lealtad, la constancia de propósito, la firmeza inquebrantable a una causa”, de acuerdo a una declaración de misión del Congressional Union for Woman Suffrage citado por el New York Times.
En detalle, la corbata de Bill Clinton.
En detalle, el vestuario con detalles color púrpura de Hillary Clinton.
Culturalmente, el color púrpura se considera símbolo de nobleza, riqueza y poder. En la imagen, el candidato a la vicepresidencia, Tim Kaine, junto a su esposa, Anne Holton. Hace un año, el país y el mundo eran sorprendidos por el resultado de las elecciones.
“Sigo creyendo en Estados Unidos, y siempre lo haré. Y si lo hace, entonces debemos aceptar este resultado y luego mirar hacia el futuro”, declaró aquella madrugada. Hoy, a un año de la amarga noche electoral, Hillary Clinton recorre el país presentando su libro ''What Happened'' (Lo que pasó) donde hace un racconto de las razones que condujeron a su derrota electoral.
Trump, la noche del sorpresivo triunfo electoral, junto a su familia y colaboradores, en el hotel Hilton en Nueva York. Hoy, el exmagnate es el presidente de Estados Unidos.
En las redes sociales, sus seguidores aplaudieron su selección del color, cada cual asignándole un significado de acuerdo a sus creencias.
En los últimos meses previo a las elecciones de noviembre del 2016, los colores que elegió para sus compromisos políticos fueron estudiados en detalle.
Cuando Hillary Clinton se apareció vestida de blanco en el tercer debate presidencial, celebrado en octubre, también llamó la atención.
De acuerdo al movimiento del sufragio femenino, el blanco es emblema de pureza y simboliza la calidad de su propósito.
El color de su vestuario fue foco de atención durante los tres debates, cuando vistió de rojo, azul y blanco, respectivamente.
Partidiarios de Hillary Clinton reaccionaron conmovidos ante sus palabras.
Clinton pidió a sus seguidores aceptar el resultado electoral durante su discurso aquella madrugada, celebrado en un hotel en Nueva York. Te puede interesar: Melania Trump se convierte en Primera Dama con vestido de $4,000n

El abrumador apoyo se extendió a las elecciones generales, donde se esperaba un triunfo demócrata, catapultando al neoyorquino de 70 años a su nueva mansión en Washington, DC, por al menos los próximos cuatro años a partir de enero de 2017. ‘

Es precisamente éste el grupo de ciudadanos que no votaba, no participaba del proceso eleccionario, lo que puede explicar el por qué del drástico cambio en el mapa del Colegio Electoral.

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El bloque de 18 estados que venía siendo tradicionalmente demócrata desde 1992, el llamado ‘muro azul’ en referencia al color que representa al Partido Demócrata, fue hecho trizas el martes por Trump, quien se quedó con Michigan, Wisconsin y Pennsylvania, entre otros, sellando de manera irreversible su triunfo.

En Wisconsin, por ejemplo, Trump ganó el martes por la mínima diferencia tras perder allí en las primarias. ¿Clinton? Su equipo estaba tan confiado que ganaban, que apenas pautaron avisos de TV.

Trump pudo ganar también gracias al sistema electoral en EEUU, donde el voto no es directo, como en la mayoría de los países, ya que el resultado final es determinado por el Colegio Electoral, estado por estado.

Según las últimas estimaciones y conteos, Hillary Clinton aventajó a Trump por unos 250,000 votos a nivel nacional. No obstante, Trump terminó como el presidente electo ya que logró sobrepasar el mínimo necesario de votos electorales fijado en 270, con 290 según NBC News, lo que inclinó la balanza a su favor, comparado con los 228 de Clinton.

Hillary Rodham Clinton nació en Chicago, Illinois, el 26 de octubre de 1947.
Es hija de Dorothy Rodham y Hugh Rodham.
En sus inicios, llegó a hacer campaña por el candidato republicano Barry Goldwater en 1964.
Y siempre ha comentado que tiene una fuerte influencia de la agenda social de Martin Luther King y que por ello se hizo demócrata.
Desde muy joven, manifestó su interés por la política y obtuvo el título de abogada en la Universidad de Yale.
En esos años conoció a Bill Clinton, quien era compañero universitario.
En su años universitarios, siempre estuvo vinculada a trabajos veraniegos en Washington y se unió a diversas campañas demócratas.
Ya para 1974, con una promisoria carrera política, integra el comité consejero formado para apoyar al comité judicial de la Cámara de Representantes durante el caso Watergate.
Luego de la renuncia de Nixon, se hizo profesora universitaria permanente en la Facultad de Leyes de la Universidad de Arkansas, donde también impartía clases Bill Clinton.
En octubre de 1975, contrae matrimonio con Bill Clinton en su casa de Fayetteville, en Arkansas.
En 1976 fue parte del equipo de campaña de Jimmy Carter y, paralelo a su elección, Bill Clinton asumió el cargo de Fiscal General.
En 1978, Bill Clinton fue elegido gobernador de Arkansas, cargo que ostentó con una sola interrupción hasta 1990.
Mientras su esposo desempeñaba este rol, ella se dedicaba al ejercicio privado del derecho.
Su única hija, Chelsea Victoria, nació el 27 de febrero de 1980.
En 1988 y 1991 fue elegida como una de las 100 abogadas más poderosas de Estados Unidos.
En 1992 Bill Clinton se postuló a la presidencia, que ganó en dos ocasiones.
Durante la estadía de la familia en la Casa Blanca, Clinton fue encargada de promover una reforma de salud que no llegó a implementarse por múltiples factores.
En 1998 juntos enfrentaron la polémica por el affair del presidente con la becaria Mónica Lewinski. Clinton decidió continuar con su matrimonio, mientras que no hubo sanciones políticas para el presidente.
En 1999, Clinton llegó al Senado en representación de Nueva York e hizo historia al ser la primera mujer en alcanzar ese cargo por dicho estado.
Después de dos periodos, decidió probar suerte y ser precandidata presidencial. Su rival, Barack Obama, le venció en la cotienda.
Una vez Obama ganó la presidencia, la llamó para que fuese su Secretaria de Estado hasta el 1ro de febrero de 2013.
Su gestión se vio en entredicho por el atentado en la embajada de EEUU Bengazi, que dejó cuatro muertos.
Apartada momentáneamente de la vida pública, se convirtió en abuela en el 2014 cuando su hija Chelsea dio a luz a Charlotte, su primera bebé junto a Marc Mezvinksy. Repetiría en el 2016 con el nacimiento de Aidan.
En junio de 2014 publicó su primera biografía y poco después estaría de nuevo en el ojo del huracán por el uso de servidores de correo privados mientras era secretaria de Estado.
En la primavera del 2015, anunció su aspiración presidencial y compitió contra varios rivales demócratas, siendo el más prominente el senador Bernie Sanders.nEn el 2016, tras dos investigaciones en dos puntos diferentes de la contienda electoral, el FBI no recomendó levantar cargos por el uso de su correo electrónico, aunque calificaron la actuación de ella como descuidada.
Pese a supuestamente liderar el voto según las encuestadoras, Hillary Clinton perdió las elecciones frente a Donald Trump, quien acumuló más votos de colegios electorales. TE PUEDE INTERESAR: Clinton asume su derrota y agradece a sus seguidores, para ver sus palabras haz clic aquí.

Algo similar ocurrió en el año 2000, cuando si bien Al Gore ganó el voto popular, George W. Bush obtuvo la presidencia tras imponerse en Florida y quedarse con los 29 votos electorales que lo propulsaron más allá del mágico número de 270 electores.

Resta por verse si Trump cumplirá sus promesas y cómo. Y si el Colegio Electoral, tan cuestionado desde algunos sectores, sigue en pie.

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