Los presos de una cárcel en Venezuela mostraron el poder de sus armas de fuego en presencia de las autoridades, inclusive militares.
Lo hicieron para rendir homenaje a su líder asesinado, el narcotraficante Teófilo Cazorla Rodríguez, alias "El conejo", que murió acribillado por desconocidos en un aparente ajuste de cuentas entre pandillas.
Los reclusos dispararon decenas de ráfagas en señal de duelo, ante la inacción de las fuerzas del orden.
La cárcel donde se tomaron estas imágenes es San Antonio y está localizada en Isla Margarita.
Los presos parecen disfrutar de un control absoluto del presidio, incluso sobre el director del penal.
Iris Varela, ministra del Poder Popular para el Servicio Penitenciario de Venezuela, quien se había fotografiado con el difunto, justificó las condiciones en la cárcel diciendo que "la anarquía ya no existe dentro de los recintos penitenciarios, nosotros hablamos de la transformación del privado de libertad hacia el hombre nuevo".
Así, en las prisiones el ambiente es el de un club social, con piscinas, bailes y orquestas.
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"Se ven armas, drogas, de todo, es una locura", dice la psicóloga Karina Hung. "Pero es una locura que le ha dado calidad de vida a los presos".
Cabe acotar que las reformas del sistema penitenciario eran un sueño del desaparecido mandatario Hugo Chávez, desde que salió de la cárcel en 1994, donde estuvo preso por el intento de golpe de estado de 1992.
