MIAMI, Florida - Un voraz incendio desató el caos este domingo en el noroeste de Miami, comenzando en un patio y extendiéndose a tres viviendas, generando una respuesta inmediata de bomberos y la rápida acción de los propios vecinos que evitó daños mayores.
Ofelia Miranda, afectada por el incendio, describió la magnitud del desastre como "enorme, enorme, enorme", expresando su asombro ante la escena que se desplegó alrededor de las 7:30 de la mañana. Miranda relató que fueron alertados por golpes en la puerta, inicialmente pensando que se trataba de un tiroteo, sin comprender la verdadera magnitud del incidente.
Las imágenes compartidas por el Departamento de Bomberos de la Ciudad de Miami revelan el arduo trabajo de varias unidades que llegaron rápidamente a la escena. El teniente P. Sánchez, portavoz de los bomberos, explicó que el fuego comenzó en el patio pero se extendió a la casa, afectando un dúplex de una sola planta ubicado en el 407 del NW y la 43 Place.
Victor Peña, otro afectado, narró cómo tuvo que correr hacia su hogar al recibir la llamada de alerta mientras estaba en el trabajo. Al llegar, se enfrentó a la impactante realidad de que las llamas habían alcanzado su patio.
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La dueña de una propiedad afectada, Ofelia, que estaba sola con sus tres nietos, lamentó la pérdida de la "casita del patio" y describió el incendio como algo tan grande que nunca había visto algo similar.
Según los bomberos, durante sus esfuerzos para sofocar el fuego, un tanque de gas propano explotó, poniendo a varios en peligro. Jose González, dueño de otra propiedad afectada, describió cómo los tanques de gas se elevaron más de 50 pies, destacando la gravedad del incidente.
A pesar de la intensidad del incendio, el teniente Sánchez agradeció afortunadamente que no hubo personas lesionadas. Actualmente, están investigando el origen del fuego mientras ocho personas se encuentran desplazadas.
En horas del mediodía, un hombre intentaba tapar los agujeros del techo con una lona, destacando la necesidad de limpieza y reparación. Los afectados, aunque aliviados por la ausencia de lesiones graves, reconocen que las consecuencias pudieron ser mucho peores, especialmente para los niños que podrían haber estado en la casa durante el incidente.
