MIAMI, Florida - La comunidad de Fort Lauderdale se reunió en una emotiva celebración este viernes por la noche en la American Legion en el 1620 SR 84 para recordar un año después de las devastadoras inundaciones que afectaron la zona. Entre ellos, se encontraban vecinos pertenecientes a una asociación cívica, quienes no solo buscaban conmemorar, sino también impulsar medidas para evitar futuros desastres similares.
"Estamos aquí para recordar lo que pasamos y para unirnos en la lucha por un futuro más seguro para nuestra comunidad", expresó uno de los asistentes durante la reunión.
El evento se llevó a cabo en medio de relatos conmovedores de residentes que aún enfrentan las secuelas de la tragedia. La tragedia golpeó a muchos residentes que, como Ana María Delgado, vieron cómo décadas de recuerdos valiosos se perdían en el agua. "Solíamos tener un piano", recordó Ana María. "Pero tuvimos que tirarlo y los muebles".
Uno de los temas centrales de la reunión fue la importancia del seguro contra inundaciones, especialmente en áreas designadas como zonas de alto riesgo por FEMA. Según datos revelados durante la reunión, muchas personas que ya han pagado sus casas optan por no adquirir esta protección debido a su costo y la ausencia previa de problemas. Sin embargo, la devastación causada por las inundaciones del año pasado ha llevado a muchos a reconsiderar esta decisión.
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"Mi instinto me dice que este año debería obtener un seguro contra inundaciones", compartió Wanda Molina, destacando la importancia de estar preparados para futuros eventos climáticos extremos.
Los datos proporcionados por FEMA durante la reunión resaltaron la cruda realidad de la situación. Con más de 180,000 pólizas en Broward County y más de 38,000 en Fort Lauderdale solo, el Programa Nacional de Seguro contra Inundaciones ha desempeñado un papel crucial en la recuperación de la comunidad. Sin embargo, muchos aún enfrentan desafíos económicos significativos para reconstruir sus vidas después de la tragedia.
El evento concluyó con un llamado a la acción por parte de los líderes comunitarios, instando a los residentes a tomar medidas proactivas para protegerse a sí mismos y a sus vecinos contra futuros desastres naturales. "Juntos podemos construir un futuro más seguro y resiliente para todos", concluyó uno de los organizadores.
