La tecnología nos invade en todo momento de nuestras vidas, y para bien en muchos de los casos. A la entrada de una compañía al entrar se necesita poner la máscara. Sino no se abrirá la puerta.
Superado el primer paso para entrar, hay que pararse frente a un pequeño dispositivo instalado en la recepción que nos dirá si tenemos fiebre.
En este tiempo las compañías implementan sus propias medidas de prevención. Algunas más creativas que otras. Cintas amarillas para evitar que más de un empleado entre a las oficinas, entrega de papeles mediante un sistema de polea y el registro de temperatura corporal en grupo con un sistema de rayos infrarrojos, que se usa en tecnología militar.
No importa si llevas en tu mano una taza de café o comida caliente en un plato. Sólo detectará tu propia temperatura.
Se recomienda su uso en cualquier lobby de empresas, en escuelas y teatros.
El parámetro de fiebre puede ser calibrada en el equipo, supongamos 100 grados de temperatura. Controles como estos ya están recomendados en una extensa guía emitida por el CDC y que está a disposición en su página web.
Esta tecnología está disponible no sólo para compañías sino tambien en lugres donde hay altas concentraciones de personas, así como en edificios de apartamentos. No por los residentes, sino por las visitas que podrían contagiarlos con el Covid-19.