El exclusivo restaurant Grato en West Palm Beach ha tenido que cerrar sus puertas al público, no así su deseo de alimentar a los más necesitados. Han convertido el salón principal en un centro de producción que alimenta a miles de personas.
“Pudimos traer entre 15 y 20 personas de regreso a trabajar con su sueldo regular trabajan entre 30 y 40 horas a la semana y estamos preparando el día de hoy 1500 platos pero nuestro objetivo son 3000 platos diarios en las próximas dos semanas”, explica Zach Bell, el director culinario de Buccan Provisions.
Para lograr esto crearon una fundación sin fines de lucro que recibe generosas donaciones que se pueden deducir de los impuestos.
“Me siento orgulloso de venir aquí al trabajo y de venir motivado saber que estamos haciendo esto para personas que realmente lo necesitan”, asegura Jose Mercado Matos, sous Chef de Grato.
Tal es el caso del Centro Maya Gutemalteco, que están buscando estos alimentos y los distribuyen estratégicamente en casas de líderes comunitarios para ser repartidos.
María Rafael de Vargas, es una líder de la comunidad y ella dice quienes son los que vienen por comida. “Los vecinos o hay personas que vienen del trabajo miran que estamos repartiendo pues vienen a veces ya no necesitamos llamarlos porque estamos en la calle entran y piden y lo que tengamos se lo damos con mucho gusto".
El Centro Maya Guatemalteco ya ha repartido en lo que va de semana 500 comidas que son tan necesarias para su comunidad. Pero ellos van más allá. “No se trata solamente de dar comida se trata de descubrir que otros problemas hay en la comunidad que son múltiples”, apunta Guillermo Carrasco, Chairman de la Mesa directiva del Centro Maya Gutemalteco.
Local
Acciones como estas son las que demuestran como en momentos difíciles las personas se unen para ayudar al prójimo.
