El sonido de una pelota del pickleball que repica en el piso de modo insistente, es el que los residentes de Pinecrest temen que se convierta en una pesadilla para su día a día.
El ruido del pickleball es alto y muy seguido, y aunque el deporte está de moda, quienes viven cerca del club de tenis de Royal Palm, se oponen a la construcción de cuatro canchas para satisfacer la demanda de quienes son seguidores de esta diversión.
Jose Díaz, quien vive a 100 pies del sitio donde se pretenden construir las canchas… dice que no podrá salir a su patio ni abrir sus ventanas.
Con esos argumentos llegaron ante el concejo de la ciudad para pedirles que no le den luz verde a la construcción de estas canchas.
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Para Ana Manrara, otra residente de Pinecrest, la situación con el ruido que ocasiona este juego es algo preocupante.
Los desarrolladores del proyecto dicen que desde hace dos años, han tenido una cancha y no han recibido quejas, pero los vecinos responden que no es lo mismo una que cuatro.
Alan Rosenthal, del club de tenis Royal Palm, por su parte, reconoce que “es una preocupación legítima, a medida que aumenta la popularidad del pickleball, crece la preocupación por el ruido”, pero la industria está trabajando para reducirlo y se pueden buscar soluciones, como la siembra de árboles para mitigar el sonido.
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“Las opciones van a ser el desarrollo de cortinas para reducir el sonido, estamos aquí desde los años 60 y queremos trabajar con ellos para demostarles que queremos seguir siendo buenos vecinos”, advirtió Rosenthal.
Finalmente el concejo no tomó una decisión pues quiere escuchar propuestas concretas antes de conceder un permiso.
