El pasado jueves un incendio provocó alarma y desesperación entre las familias que habitan un complejo en La Pequeña Habana. Sin embargo, gracias a la rápida acción de los bomberos, la tragedia no fue mayor.
A varios días de los hechos, los residentes enfrentan otro problema: no tienen electricidad y han perdido enseres y alimentos, justo cuando restan pocas horas para las festividades de Fin de Año.
Es difícil la situación que viven los residentes del edificio ubicado en el noroeste de Miami, en la 16 calle y la 26 avenida. Luego de que parte de la estructura se incendiara el pasado jueves, los residentes han vivido días caóticos, según aseguran a Telemundo 51.
“Ha sido mucho lo que hemos botado y comiendo en la calle todo el tiempo”, dice María Ortega, una de las afectada por el incendio en su edificio.
Giovanna Sotillo, otra de las residentes señala que no tienen agua ni electricidad y que esperan que la situación se resuelva pronto.
Unos generadores instalados son la única fuente de energía eléctrica con la que ahora cuentan en medio de la oscuridad y una serie de incomodidades. “Gracias a esto que tiene un poco de corriente ponemos un ventilador”, señala Amet Reyes.
Local
El incendio
El siniestro se produjo en un apartamento del tercer piso. En su interior se encontraba una familia y un padre, quien según vecinos intentaba salvar a su hijo de las llamas y estuvo a punto de lanzarlo por la ventana para que alguien lo agarrara en el primer piso.
“El padre me dijo lo voy a tirar, yo le dije tíralo, me puse en posición pero en eso escuché una sirena y yo le dije un minuto, están cerca ya”, recuerda visiblemente emocionado, Ángel Lima, testigo del incendio.
Aunque los bomberos lograron detener el fuego en pocos minutos, el agua y el humo dejaron serios estragos en la edificación.
