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Argumentos sobre campamentos de personas sin hogar

Un caso que actualmente se encuentra en manos de la Corte Suprema de Estados Unidos podría tener profundas implicaciones en la forma en que se aborda la crisis de las personas sin hogar en la Florida y el resto del país

Un caso que actualmente se encuentra en manos de la Corte Suprema de Estados Unidos podría tener profundas implicaciones en la forma en que se aborda la crisis de las personas sin hogar en la Florida y el resto del país. Los jueces del máximo tribunal analizan si las fuerzas del orden pueden detener y arrestar a individuos por el simple hecho de dormir en la vía pública cuando no tienen acceso a una vivienda.

La trascendencia de este dilema legal no pasó desapercibida para organizaciones locales que trabajan incansablemente por brindar apoyo y una salida a quienes se encuentran en situación de calle. Narciso Muñoz, presidente de la reconocida agrupación Hermanos de la Calle, expresó su preocupación al respecto: "Es un poco de todo. A veces no hay espacios suficientes, los problemas de adicciones. Otras veces, la gente pierde su hogar debido a los altos costos de la vivienda. También tenemos migrantes que van llegando. Son muchos los factores que confluyen".

Curiosamente, apenas el mes pasado, el gobernador de Florida firmó una ley que aborda esta problemática de manera drástica. La nueva normativa establece que las personas encontradas durmiendo en espacios públicos serán trasladadas por la policía a refugios supervisados. En caso de que estos se encuentren al límite de su capacidad, se deberán habilitar campamentos temporales con baños limpios, agua corriente y supervisión adecuada.

Sin embargo, Muñoz confía en que las autoridades locales optarán por un enfoque más compasivo. "Vamos a tratar de hacer pasión con compasión. Vamos a ayudarlos, y lo que necesitamos son más hogares, más espacios. Aquí no se va a buscar criminalizar ser 'sin hogar'", aseguró.

Los datos del Fideicomiso de Personas sin Hogar del Condado Miami-Dade revelan que, a pesar de los esfuerzos realizados, la situación sigue siendo preocupante. Mientras que en 1994 se registraron 8.000 personas sin techo, en enero de este año la cifra ascendió a 1.032, manteniéndose estable en los últimos años, pero aún alarmante.

"Si 3 millones de personas no podemos ayudar a mil, algo no va", lamentó Muñoz, haciendo un llamado a redoblar los esfuerzos para brindar soluciones duraderas y dignas.

Actualmente, 2.400 personas se encuentran en albergues que operan a su máxima capacidad, lo que resalta la urgencia de encontrar alternativas viables y sostenibles.

El fallo de la Corte Suprema, que se espera para fines de junio, podría marcar un punto de inflexión en el abordaje de esta crisis humanitaria que afecta a tantas familias y comunidades en todo el país.

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