Esta noche salió de la cárcel un sargento de la policía de Opa-locka, que según autoridades, aterrorizó a su esposa e hijos por casi una década. El sargento está acusado de maltrato físico, abuso doméstico y amenaza a miembros de su familia en incidentes que habrían ocurrido durante casi una década, según reportaron este miércoles las autoridades.
Johane Hendrik Taylor, de 36 años, quien fue arrestado este martes por la noche y llevado a la cárcel principal de Broward, es el hijo menor de la ex alcaldesa de Opa-locka, Myra Taylor, y hermano del actual alcalde de la ciudad, John Taylor.
El también oficial de la policía fue puesto bajo custodia de las autoridades por lo que parece ser una tendencia a golpear y abusar tanto de su esposa como de sus propios hijos, según recoge el informe de las autoridades.
Este martes Taylor amenazó a su esposa cuando al poner su arma en la frente de la mujer, le dijo que “debería matarte ahora mismo”. Esto supuestamente tuvo lugar en la sala de estar. La víctima, quien teme por su vida y su seguridad, cumplió con todo lo que le pidió el acusado porque tenía miedo que le metieran una bala en la cabeza.
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La mujer afirma que el sargento de policía ha abusado físicamente de sus tres hijos de 13, 10 y 7 años, para ello usa principalmente un cinturón cuando los golpea, a veces una espátula y zapatos, pero que en su mayoría lo hace con un cinturón, recoge el informe de las autoridades
La madre de los menores advirtió que Taylor solía poner en fila a los niños después de que hicieran algo que no era de su agrado, y los golpeaba con un cinturón un número de veces igual al de sus edades. En algunas ocasiones los menores habrían tenido que ausentarse de la escuela debido a que sus golpes eran visibles, aunque de modo general solía darle por las piernas y las nalgas para evitar que los maestros vieran los moretones.
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Según la madre de los menores y esposa del acusado, Taylor habría entrenado a los niños para que dijeran que no se cometían abusos en el hogar y que cuando habalran con la policía de sus padres les dieran muy poca información.
HISTORIAL DE VIOLENCIA
La esposa de Taylor dijo a la policía que desde 2014, su marido la habría comenzado a golpear. En esa ocasión la violencia intrafamiliar se dio luego de que ambos tuvieran una discusión en la que la mujer le pidió al hombre que no la engañara y que pasara más tiempo con ella.
Según ella su esposo no le habría sido fiel a lo largo de su relación ni de su matrimonio. Ambos han estado románticamente relacionados desde 2010, pero casados por aproximadamente seis a siete años.
En aquel entonces, ambos estaban en la habitación de los niños cuando él cerró la puerta, la puso en un rincón y se arrojó contra ella para derribarla y comenzó a golpearla con los puños cerrados. El la golpeó en los costados, la espalda y las piernas, así como en la parte baja del estómago y en la zona íntima. Mientras, ella le pedía que dejara de golpearla pero él no cumplió.
Pero según el reporte de las autoridades, los problemas de la pareja siguieron y en 2017, poco después de que se casaran, él le dijo que ya no quería estar con ella y que quería espacio, por lo que comenzaron a dormir en habitaciones separadas y se divorciaron extraoficialmente pues no se firmaron documentos legales.
En 2020 tuvo lugar otro incidente, en el que presuntamente Taylor arrastró a la víctima fuera del vehículo, la arrojó al suelo y comenzó golpeándola en la cara y los costados. Todo mientras en el auto estaban también sus cuatro niños sentados en el asiento trasero.
La mujer que sangraba de ambas rodillas y también tenía moretones en la cara, corrió hacia una iglesia a buscar ayuda de las personas que estaban dentro, precisa el reporte de las autoridades.
Otras discusiones se suscitaron en mayo del pasado año, cuando su esposa le dijo a Taylor que ya no quería estar casada con él, lo que ocasionó que la golpeara con los puños cerrados frente a los niños, luego en un intento por sacarla de la casa la arrastró hasta que se desmayó cerca de la puerta principal, precisa el reporte del arresto.
Según se lee en el informe de la policía, fue uno de sus hijos pequeños quien llamó al 911 luego que su padre se lo ordenara. Para cuando los paramédicos llegaron a la casa ya la víctima había recuperado el conocimiento y obligada por su esposo, le dijo a estos que se había caído mientras trapeaba y que no necesitaba su ayuda. Luego sufriría las consecuencias de una costilla partida y de varios moretones en su cuerpo.