Entre lágrimas Obama anuncia mayor control de armas

El presidente decide actuar ante el "fracaso" del Congreso

WASHINGTON - Entre lágrimas, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, reveló este martes un paquete de medidas ejecutivas para tratar de reducir la violencia causada por las armas de fuego en el país.

Entre ellas está la creación de un sistema que permite una mayor revisión de antecedentes a quienes deseen comprar armas.

"Una de cada 30 personas que intentaron comprar armas por internet tenía antencedentes por crímenes graves", dijo Obama citando un estudio sobre una página web particular.

"Sabemos que el chequeo de antecendentes puede hacer la diferencia", agregó, explicando que el endurecimiento de las reglas en ese sentido por parte de autoridades estatales ayudaron a disminuir las cifras de fatalidades.

Obama dijo que también requerirán que los vendedores de armas tengan una licencia que garantice que efectúen los chequeos requeridos a los clientes. Esto incluye a aquellos vendedores de armas por internet.

En un evento en la Casa Blanca frente a familiares de víctimas de la violencia, delineó su estrategia justificada en respuesta a un tipo de violencia que ocurre en el país y no ocurre en otras partes del mundo, afirmó Obama, y así evitar otra masacre o accidentes.

Igualmente dijo que se proveerá más servicios de salud mental.

Una de las medidas clave del paquete ejecutivo de Obama es la que requiere que toda persona que haga negocio con la venta de armas se registre, obtenga una licencia federal y, por tanto, asuma la obligación de revisar los antecedentes criminales y de salud mental de sus compradores.

Hasta ahora, solo los vendedores de armas con licencia federal estaban obligados a revisar los antecedentes, mientras que los que lo hacían en mercados informales como ferias o internet esquivaban este mecanismo de control.

Con el objetivo de reducir ese vacío legal, el Departamento de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos de Estados Unidos (ATF por sus siglas en inglés) emitirá una guía actualizada que dice que el gobierno deberá catalogar como distribuidor a todos los que participen "en el negocio" de la venta de armas de fuego, sin importar dónde las venden.

Con ese objetivo, el gobierno considerará otros factores, incluso cuántas armas de fuego vende una persona, con qué frecuencia y si se venden a cambio de una ganancia.

Explicó que también busca implementar más investigación para aumentar la seguridad en las armas y evitar que un niño pueda "disparar el gatillo", en alusión a los tiroteos accidentales que involucran armas mal almacenadas.

El padre de un niño de primer grado asesinado en la escuela elemental Sandy Hook en Newtown, Connecticut, dio el discurso inicial antes que Obama tomara la palabra. El hijo de Mark Barden, Daniel, fue uno de los 20 estudiantes asesinados en la escuela hace tres años.

"Sabemos que no podemos detener cada acto de violencia, cada acto de maldad en el mundo, pero tal vez podemos evitar uno", enfatizó Obama al sostener que el pueblo estadounidense no puede seguir siendo "rehén" del "lobby de las armas".

Además, de nuevo volvió a pedir al Congreso que sea lo "suficientemente valiente" para aprobar medidas para regular mejor la venta de armas que cuentan con el apoyo de "la mayoría de los estadounidenses".

Visiblemente emocionado en la parte final de su discurso, Obama recordó el tiroteo ocurrido en Sandy Hook. "Cada vez que pienso en esos niños me enfurezco", expresó el mandatario entre lágrimas.

El anuncio llega un día después de que Obama se reunió en la Casa Blanca con la fiscal general del país, Loretta Lynch, y el director del Buró Federal de Investigaciones (FBI), James Comey, entre otros funcionarios y asesores, para recibir una serie de recomendaciones sobre cómo endurecer por decreto el control de la compraventa de armas de fuego.

Obama ha enfatizado que las medidas están dentro de su "autoridad legal" como presidente y advirtió que no van a evitar "todos" los tiroteos ni crímenes violentos, pero sí "potencialmente salvarán vidas".

El presidente ha reiterado que su plan ejecutivo es "totalmente coherente" con la Segunda Enmienda de la Constitución estadounidense, que recoge el derecho a portar armas.

El mandatario estadounidense ha dicho que toma estas medidas ante la inacción del Congreso sobre el asunto que, según ha reconocido, es la mayor frustración de su mandato, pero no podrá esquivar completamente la capacidad de bloqueo del Legislativo, controlado por los republicanos.

El decreto requiere además que el Congreso apruebe una partida de $500 millones en nueva inversión para mejorar el acceso a los servicios de salud mental."Vamos a ayudar a las personas que sufren enfermedades mentales", indicó el presidente, quien añadió que casi dos de cada tres muertes relacionadas con armas son suicidios.

Asimismo, aseguró que trabajarán con organizaciones para proteger a las víctimas de violencia doméstica, a fin de que no sean el blanco de la violencia con armas.

La acción ejecutiva contempla la contratación de 200 nuevos agentes e investigadores del ATF, por su sigla en inglés) y que el FBI contrate más de 230 examinadores y otro personal adicional para acelerar el proceso de las revisiones de antecedentes criminales.

Antes incluso de conocer los detalles del plan de Obama, el líder republicano Paul Ryan, que preside la Cámara de Representantes del Congreso, acusó este lunes al mandatario de querer restringir el derecho "fundamental" a portar armas que tienen los estadounidenses.

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