En términos de dólares y centavos, ninguna persona en el mundo ha perdido más que el magnate mexicano Carlos Slim desde que Donald Trump lanzó su candidatura presidencial.
Un día antes de que Trump anunciara que iba por la Casa Blanca, la fortuna de Slim estaba valuada en $67,000 millones, pero hoy sólo es de unos $51,000 millones.
Según el índice Bloomberg Billionaires, un referente de multimillonarios con fortunas de $1,000 millones o más, el magnate de las telecomunicaciones bajó al sexto sitio tras haber ocupado el primero.
Frente a esa pérdida de $16,000 millones, Slim ha ganado popularidad y en México no pocos lo ubican como un serio aspirante a la Presidencia en 2018, algo para lo que "El Ingeniero" -como es conocido- ha dicho que no, hasta ahora.
Pero aun cuando el discurso duro del presidente estadounidense ha afectado al peso y arrastrado a la baja el valor de los activos mexicanos de Slim, ese mismo mensaje ha cotizado al magnate ante los ojos de quienes quisieran verlo despachando en Palacio Nacional.
En enero, una encuesta del diario El Universal colocó a Slim como el candidato más idóneo para enfrentar a Trump y sus políticas aparentemente antimexicanas.
Además, fue el magnate el que enmendó la plana a las autoridades mexicanas al convocar a la unidad y explicar el pensamiento de Trump en una inesperada y concurrida conferencia de medios transmitida en directo por casi dos horas.
