EEUU emite alerta de seguridad por explosión en ferry

La explosión de un crucero turístico en Cozumel pudo deberse a un atentado, advierten.

Los expertos sacaron con cuidado el dispositivo y lo desarmaron para evitar que se activara. Minutos antes, como muestra una fotografía, lo habían encontrado amarrado a la proa de una embarcación de la misma empresa a la que pertenecía el ferry que explotó el 21 de febrero.

"No era un daño a los pasajeros porque no estaba junto al muelle", dice el gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín González.

Pero el hecho fortaleció la hipótesis del atentado en contra del vehículo que el día del incidente acababa de desembarcar a decenas de turistas.

Según el expediente de este caso, dos días antes de la explosión fue localizado,  cerca de las costas de Cozumel, un artefacto que más tarde se confirmó era un explosivo con un detonador a control remoto.

Ante las evidencias, el gobierno estadounidense decretó una alerta para sus ciudadanos y prohibió a sus empleados "utilizar todos los transbordadores turísticos en esa ruta hasta nuevo aviso".

Aunque quienes estan aquí de vista dicen que este incidente no es para provocar miedo.

"Esto puede pasar donde sea. Solo tenemos que ser cuidadosos, y un accidente puede pasar donde sea, no solo aquí en Cancún y Cozumel", considera Nermaly Deca, turista de Houston.

En tanto, la investigación realizada por la Procuraduría General de la República se ha ampliado.

Analizan la posibilidad de que la explosión y la aparición de las demás bombas haya sido un ataque directo, pero también que se trate de un autosabotaje de la empresa que pertenece al padre del exgobernador de Quintana Roo, Roberto Borge.

"Las autoridades federales y estatales están trabajando y en el corto plazo dará resultados", dijo Máximo García, de Promoción Turística de Quintana Roo.

Y los empresarios como máximo esperan que este mal episodio pase pronto para que la calma regrese al paraíso.

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