En el corazón de un tranquilo vecindario, la disputa por un espacio de estacionamiento escaló a una tragedia cuando Justo Arrate Rodríguez, de 66 años, presuntamente disparó a un adolescente de 18 años en medio de una acalorada discusión. El incidente ha dejado a la comunidad conmocionada y a la familia de la víctima sumida en una angustia indescriptible.
Antonia Ayllón, abuela del joven herido, expresó su dolor de manera desgarradora. "Fue un grito tan espantoso el mío y yo hoy por hoy digo que en vez de coger el ese tiro, lo debí haber cogido yo...", lamentó. Su voz refleja el sufrimiento único de una abuela viendo a su nieto lidiar con el dolor físico y emocional.
El enfrentamiento, según el portavoz del Departamento de Policía de Hialeah, Eddie Rodríguez, se originó por una disputa de estacionamiento entre dos vecinos. La víctima, aún recuperándose en el hospital, fue alcanzada por dos disparos, uno de los cuales atravesó su pulmón.
Vecinos revelaron que Rodríguez no tolera que el espacio sea bloqueado debido a la dependencia de su esposa de un dispositivo médico. Aparentemente, esto le causa inconvenientes al abrir la puerta de la cerca. Las hermanas del joven, testigos del ataque, señalaron que desde su mudanza, Rodríguez ha estado buscando problemas de manera constante.
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El joven herido se recupera en el hospital después de ser alcanzado en el brazo y sufrir una herida que atravesó un pulmón. Las súplicas de su madre en la corte pidiendo que no se le otorgue fianza al agresor reflejan la gravedad del incidente.
La madre, el tío y la abuela del adolescente han unido sus voces en la búsqueda de justicia. "Disparo a matar, creo que la persona debe estar trancada, ese tipo de personas en la calle… cero calle", expresó el tío. La abuela añadió: "Pero que pague lo que hizo, pero que lo pague bien pago, no hay conciencia, no hay amor, se está viviendo el momento más difícil de la vida, créame".
Aunque la jueza negó la fianza por el delito de intento de homicidio en segundo grado, se otorgó una fianza de $100,000 por el cargo de agresión agravada con un arma de fuego. La comunidad sigue consternada mientras el joven lucha por su recuperación y la familia clama por una justicia que haga honor a la gravedad del acto.
