El senador Rick Scott viajó a los Cayos de Florida este jueves para presenciar de cerca la crisis de inmigración y el control fronterizo en el sur del estado, luego de una solicitud del propio condado Monroe, cuyas autoridades locales dicen que sus recursos no son suficientes para darle frente a esta ola migratoria.
Scott ha recibido información de la Guardia Costera de EEUU sobre la respuesta local a los migrantes que llegan a tierra en los Cayos de Florida.
Durante su visita a los Cayos de la Florida, el senador Scott no solo constató el trabajo de la Guardia Costera, sino también pudo ver varias embarcaciones en las que han llegado balseros cubanos en los últimos días. "Algunas de ellas están hechas de lona y poliesmpuma son muy peligrosas", dijo.
"La Guardia Costera lo que ha hecho es traer más recursos a esta zona para ayudar a la oficina del alguacil, cuando hacen eso significan que tenemos menos recursos en otros lugares donde también se necesitan. Y eso no hace ningún sentido", dijo el senador Scott.
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Por su parte, Alberto Maza, de la Comisión de Conservación de Pesca y Vida Silvestre de Florida se refirió a que “todos los cayos es una zona santuario muy protegida. Aquí estos barcos terminan en el fondo y pueden dejar gasolina y contaminantes en el agua”.
Pero los barcos abandonados no son la única preocupación del mayor Alberto Maza, según dijo, muchas veces tienen que ponerle una pausa a sus funciones habituales - vigilar por la protección de la vida en el mar - para responder a llamadas sobre el arribo de migrantes a los cayos.
La Patrulla Fronteriza alega que el sur de Florida ha visto un aumento del cuatrocientos por ciento en los encuentros con migrantes este año fiscal en comparación con el mismo período del año pasado.
Local
Según el alguacil del condado Monroe, Rick Ramsay, cada vez que llega una embarcación con migrantes cubanos y haitianos, los oficiales y socorristas tienen que responder a esa llamada y para ello dejan de cumplir con otras funciones cómo combatir la delincuencia en la zona.
Solo desde Navidad, casi 500 cubanos y 130 haitianos han llegado al sur de Florida, abrumando a las autoridades locales y generando temores de un evento de migración masiva.
Según el alguacil del condado, se trata de una crisis migratoria "que afecta negativamente a la comunidad, a la seguridad pública, porque sus oficiales y sus equipos de rescate no dan a vasto para combatir el crimen y responder a la llegada de estas embarcaciones".
La Casa Blanca emitió una fuerte reprimenda a Ron DeSantis, después de que el gobernador de Florida activara la Guardia Nacional del estado en respuesta a un aumento de inmigrantes cubanos que llegaban por mar, acusando al republicano de “crear un problema” mientras la administración de Joe Biden intenta tomar medidas enérgicas contra aplicación de la frontera.
“Si Biden hubiese asegurado la frontera y fortalecido el sistema de inmigración, y se hubiese mantenido firme ante los dictadores, en vez de negociar con los criminales, esta crisis no hubiese existido”, arremetió Rick Scott.
Este martes, en su cuenta en Twitter, el Secretario de Seguridad Nacional dijo que los balseros que sean sorprendidos en el mar o en tierra, serán devueltos y no podrán aplicar al nuevo parole humanitario.
