Joe Biden prestó juramento, y ahora es el presidente número 46. Algo incómodos con la seguridad, los residentes de Washington celebran que no hubo incidentes ni manifestaciones.
La toma de posesión transcurrió según lo previsto. El despliegue de la guardia nacional y las agencias federales, permitieron que la fiesta cívica se desarrolle con normalidad, pero con las restricciones impuestas por la pandemia y la seguridad.
A dos cuadras sobre el ala oeste del capitolio un cordón humano de efectivos, separados a 6 pies de distancia entre ellos, custodiaba cada movimiento al otro lado de la valla.
Mientras la ceremonia se desarrollaba y Joe Biden asumía como presidente las calles de Washington estaban desiertas cumpliendo con el pedido de la alcaldesa. Por la mañana algunos pocos residentes salían a caminar, pero sólo en sus comunidades.
En la fortaleza construida en menos de 7 días alrededor de los edificios de gobierno, convivían los expertos en explosivos, con miles y miles de efectivos, tanto de la guardia nacional, así como de la policía, los agentes federales y el servicio secreto.
Esta mañana, mientras el capitolio lleno de gente se preparaba para la toma de posesión. El edificio de la corte suprema fue evacuado, aparentemente por una amenaza de bomba; y los residentes dijeron sentirse incómodos con este enrarecido clima político.
La normalidad a Washington no volverá en un abrir y cerrar de ojos, pasarán varios días para que los efectivos se retiren, las vallas se levanten y la ciudad recupere su propia fisonomía.
Local
El servicio secreto había autorizado sólo 2 manifestaciones, con no más de 100 personas cada una. Esta noche a las 8 se liberará el espacio aéreo de Washington y los puentes que comunican con Virginia y Maryland volverán a estar abiertos mañana por la mañana a las 6.
