LAKELAND - Un regalo de la reina Isabel II hace más de medio siglo cambió para siempre una ciudad de la Florida.
Lakeland, la llamada ciudad de los cisnes, adquiere su nombre a sus vínculos con los cisnes reales británicos, que técnicamente son propiedad de la monarquía.
La historia comienza hace 100 años, cuando desde 1923 y hasta 1953, la población de cisnes de la ciudad floridana, fue desapareciendo, comidos por caimanes o presas de perros.
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Fue entonces cuando una mujer de Lakeland, que vivía en Inglaterra con su esposo militar, escribió al Palacio de Buckingham pidiendo a la Reina una donación de su rebaño real.
Isabel II accedió, pero con una condición: la ciudad debía pagar por el envío. Fue así que se organizó una recolecta y recaudaron 300 dólares para enviar por barco los cisnes reales.
Según los historiadores, el transporte no estuvo exento de aventuras: mientras los cisnes esperaban su traslado, una barcaza se hundió en el río Támesis de Londres y quedaron cubiertos de petróleo, lo que retrasó su viaje.
Finalmente, el 9 de febrero de 1957, la pareja de cisnes reales cruzaron el Atlántico y fueron entregados a Lakeland, pero una semana después, desaparecieron, lo que provocó una búsqueda frenética antes de que fueran redescubiertos.
Los que descienden de la bandada real de Isabel II son los llamados “cisnes mudos”, que se identifican por su pico rojo intenso y patas negras azabache.
Hoy se han multiplicado en los alrededores del Lago Morton y se han convertido en el símbolo de esa ciudad, cercana a Tampa..
Los residentes de Lakeland agradecen a la reina Isabel los años de servicio de sus cisnes reales que ofrecen belleza y serenidad a la ciudad.
