Cuando Cary abre las puertas de su negocio a las seis de la mañana, ya tiene clientes esperándola ansiosamente. "Vendo sándwiches, croquetas, batidos, café con leche... y gracias a Dios me va bastante bien", comenta la dueña del food truck en Hialeah.
La noticia de que la ciudad de Hialeah quiere regular negocios como el suyo la tomó por sorpresa. "Como que me asusté un poquito... no lo puedo negar", admite Cary.
Según el borrador de la ordenanza, los dueños deberán solicitar un permiso de operación que incluye un estudio de la propiedad donde se ubicará el food truck, garantizando que no interfiera con el tráfico, la circulación de peatones y las salidas de emergencia.
Ariel, otro propietario de food truck, abrió su negocio hace apenas una semana y le preocupa que las nuevas regulaciones lo obliguen a mudarse. "Como puedes ver, es nuevo... ha pasado todos los requisitos... tiene la inspección contra incendios asegurada", explica.
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Los camiones solo podrán estar ubicados en áreas específicas, a más de diez pies de distancia de edificios o cualquier estructura. Además, se prohíbe su presencia a menos de 500 pies de distancia de tiendas de alimentos y gasolineras, lo que afecta a muchos de estos negocios ubicados en estaciones de servicio.
Cary espera que estas restricciones no molesten a sus clientes habituales, ya que su espacio está alquilado y su clientela la conoce bien. "Tengo muchos clientes que llegan a la gasolinera y pasan por aquí... y ya mi clientela me conoce, aquí", señala.
La regulación propuesta plantea desafíos para los dueños de food trucks en Hialeah, quienes temen que las nuevas restricciones afecten negativamente sus negocios. Mientras tanto, la ciudad busca equilibrar la protección del orden público con la libertad empresarial en este creciente sector económico.
