Aleida Bello ha estado hospitalizada en el Kendall Regional Medical Center por casi un mes. Una inesperada explosión en su vivienda la envió de urgencia al hospital.
“Ella entró a la cocina, no olió el gas y explotó”, cuenta su familia.
Su hija, Jozenia Bello, es quien la cuida y está siguiendo de cerca la investigación. “Parece que fue algun defecto que tuvo la estufa hubo un salidero por algún lado”.
Aleida sufrió quemaduras de tercer grado en el 45 por ciento de su cuerpo. Ella tiene 3 hijos y 7 nietos. Su familia dice que su estado de salud es como una montaña rusa, sube y baja sin predicciones. “Por lo menos esta semana está respondiendo bien, dio una sonrisa, pero anoche tuvo hipotermia y presión baja, es peligroso”.
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Pero como hija, dice, debe mantenerse fuerte. “Para mi lo más difícil es aguantar de la esperanza incluyendo de los momentos malos”.
En el hospital le han realizado múltiples cirugías, y a pesar del difícil camino que le espera, Jozenia tiene esperanza en que se recupere. “Mi mamá es una trabajadora tremenda, es difícil porque ahora no podrá usar la computadora”.
El suceso ocurrió el 12 de noviembre en Kendall. La familia pide ayuda a la comunidad esperando que un problema financiero no se interponga en el camino.
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“Ella es una persona de fe, y al saber que hay personas orando es energía buena y si pueden apoyar financieramente también agradeceremos mucho”.
