Hoy la comisión de Miami Beach abordó, en una primera discusión, limitar hasta los dos de la mañana la venta de bebidas alcohólicas en el distrito de entretenimiento.
Los funcionarios se concentraron, fundamentalmente, en analizar los recurrentes problemas de seguridad en la ciudad y en la preparación para el próximo fin de semana feriado de “recordación”.
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Además de la incomparable playa, es una de las capitales mundiales de la diversión, los centros nocturnos y la bebida. Pero Ocean drive y el distrito de entretenimiento en South Beach marchan en la ruta equivocada, dice el alcalde Dan Gelbert.
“Hemos intentado todo para controlarlo y creo que tenemos que aceptar que no podemos mantenerlo en orden así, y siento que lo que necesitamos es enfrentar el hecho de que no precisamos más de un distrito de entretenimiento”, dijo el alcalde de la ciudad durante la presentación de un paquete de ordenanzas que buscan, a largo plazo, regular la operación de negocios y la proliferación de centros nocturnos en la zona de establecida entre las calles 6 y 16 de South Beach.
Aunque no completamente preciso, el plan de Gelbert aborda de forma general, resoluciones para la reducción de ruido, la rezonificación del área, mayor control sobre restaurantes y cafés y… otra vez busca limitar hasta las 2 de la mañana la venta de alcohol en el distrito de entretenimiento.
Esa última resolución enfrentó resistencia. Ricky Arriola, comisionado de Miami Beach comentó que, aunque el alcohol y los bares pueden ser parte del problema, controlar sus horarios no sería la solución integral al asunto.
Michael Góngora, vicealcalde de Miami Beach, indica que la decisión debe ser tomada tomando en cuenta estadística más allá de aquella recabada durante incidentes ocurridos bajo las circunstancias excepcionales de la pandemia.
Local
El alcalde sostiene que la policía sigue fortaleciéndose con sofisticados sistemas de vigilancia y regulaciones de código más estrictas para visitantes y comerciantes pero
“pero creo que obvio que nada de esto va a solucionar el problema hasta que cambiemos la naturaleza de la zona y lo convirtamos en un distrito de residencia y recreación”, dice Gelbert.
