Lázaro Marcel Ruiz, de 32 años, nunca imaginó que tendría que ingeniárselas un día para huir de una invasión de Rusia a Ucrania, el país donde reside desde hace un tiempo, pero su realidad ahora es que tras los recientes ataques se dirije a la frontera ucraniana vía terrestre buscando refugio en otro país.
Lázaro creció en Santiago de Cuba, en el extremo oriental de la isla. En 2018 le enviaron una carta de invitación para Ucrania y se fue, a trabajar y a crear un futuro para el y su familia. Una vida nueva que ya ha quedado desplazada por las bombas.
En Kiev donde vivió hasta los últimos días, trabajaba en restaurantes cubanos cantando. Ahora va rumbo a Polonia, gestión que hizo la embajada española. Cada auto del convoy, incluido el suyo, ha sido identificado con una pegatina con la bandera española.
Pero las filas de espera en la frontera son largas y crece la incertidumbre, ahora no está seguro si le permitirán entrar a territorio Schengen sin visado, mientras a su espalda, la guerra avanza cada día y aumenta el número de muertos y territorios devastados por las bombas y los ataques rusos.
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