Una segunda multa de 115 dólares, además de la impuesta por 65 dólares este martes, le pusieron a Daniel Liriano, el dueño de la Barberia Lion Style en Miramar, por romper las reglas y reabrir su negocio al público.
“Me dijeron: tú sabes que no solo tu puede ser multado si no todos tus empleados y la licencia de todos ellos corre peligro”, dice Liriano.
Daniel nos dijo que sus empleados han estado sin trabajo por casi 8 semanas, debido a las restricciones por la pandemia del COVID-19, y para garantizar el sustento de sus familias decidió reabrir el negocio, pero esta acción, le ha costado cara.
“Lo que no querían hacer nos van a forzar a ir y hacer recortes a domicilio donde es 100 mil veces más peligroso”.
Un caso similar al de este barbero le ocurrió en Dallas, Texas a una estilista. Pero con ella la ley fue más severa; la condenaron a una semana de cárcel, además de pagar 500 dólares por cada uno de los siete días que mantuvo su local en servicio.
Shelley Luther, dueña de pequeño negocio en Texas dice que “tenemos derecho y estamos de acuerdo con el cierre del país, pero después de un par de semanas sin recibir ayuda porque el sistema no funciona, nos tienen que dejar trabajar”.
A Luther luego en corte le pidieron que se disculpara, y reconociera que había sido una decisión egoísta.
Local
“No es justo, porque ella solo estaba tratando de que sus empleados también, lo mismo que yo, tengan un salario, su pan de cada día”, dice Liriano.
La barbería por ahora permanece cerrada al público.
