Entre el calor y el caos se ven llegando cada vez más migrantes a Eagle Pass, Texas, un pueblo de unos 28 mil habitants que está viviendo la crisis en la frontera.
En el puente internacional 2 cruzan migrantes y se entregan de noche y de día. Muchos llegan caminando en plantillas de media, en temperaturas que superan los 100 grados Fahrenheit, casi sin nada de pertenencias.
Grupos con niños pequeños, algunos aún de brazos y en pañales agradecen el estar vivos porque dice que hubo momentos donde temieron morir ahogados en el río Bravo.
El alcalde de Eagle Pass, Rolando Salinas Jr., extendió por segunda vez a 7 días el estado de emergencia por la cantidad de migrantes que siguen llegando a este punto en la frontera.
Manténte al tanto de las noticias locales y del estado del tiempo. Suscríbete a nuestros newsletters gratuitos aquí.
Tom Schmerber, el sheriff de Eagle Pass, declaró: “está todo muy descompuesto, no hay control, está el puente abierto, la frontera abierta y están cruzando como si fueran el mismo país de donde vienen”.
Congresistas republicanos de Texas como Tony Gonzales condenan lo que está pasando en la frontera. “No deben ser recompensados con visas de trabajo ni con boletos de autobuses para trasladarse a otras ciudades desde el estado de Texas”.