En los exteriores de una farmacia CVS, en la avenida Washington y la calle 10, en Miami Beach, fue donde Johnny Gibbs, de 35 años, se habría encontrado por primera vez con su víctima, una menor de edad. Le propuso trabajo vendiendo botes.
Y según el informe policial, la llevó a un hotel donde presuntamente la obligó a prostituirse.
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Los encuentros entre el acusado y su víctima se habrían repetido más de una vez. Siempre, bajo amenazas. Incluso, el sujeto la obligó a hacerse un tatuaje en su cuerpo.
Durante su primera comparecencia corte, Gibbs intento defenderse de las acusaciones en su contra. Dijo que era miembro de una iglesia bautista, y que llevaba muchos años en la comunidad.
pero a pesar de sus argumentos, la jueza le negó el derecho a una fianza.
