Las recientes lluvias dejaron con el corazón en la garganta a muchísimos cubanos que sus viviendas dependen de la compasión.
Según el régimen castrista, 750 viviendas sufrieron daños por las tormentas en el occidente del país. Pero soluciones no hay a corto ni a largo plazo.
Mientras tanto, los apagones volvieron de manera regular y programada.
Según las autoridades de la isla, varias unidades de distintas termoeléctricas están rotas y esto causa déficit en la producción de electricidad, por lo tanto, la solución es apagar a las familias por más de 12 horas.
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Los apagones seguirán hasta nuevo aviso: o sea, no hay fecha tentativa para la supuesta reparación de las termoeléctricas.
Esto ocurre en un mes de bastante calor, donde la comida, que es bastante cara y difícil de conseguir se les echa a perder en las neveras, y a menos de un mes del aniversario del estallido antigubernamental del 11 de julio.
Ahora, cuando apagan la luz, cubanos sofocados por la represión aprovechan para protestar y colocar carteles pidiendo libertad y fin de la dictadura. Como uno reciente que colocaron en la entrada de la playa turística Santa Lucía en Camagüey.
