El distrito escolar busca dejar en claro a los jóvenes que realizar una amenaza contra una escuela es un delito y como tal será asumido por las fuerzas del orden público en todo el condado.
El superintendente asegura que cada amenaza requiere que la policía dedique recursos valiosos y tiempo para investigar cada caso, además de causar suspensiones de clases, estrés y ansiedad para los padres el personal y los alumnos.
La campaña cuenta con el respaldo de las autoridades policiales tanto del sheriff como de los departamentos de policía de Fort Myers, Cape Coral y Sanibel.