El gobierno de Cuba le ha negado la visa y con ello su entrada a la Isla, a un padre cubano que hace dos años abandonó su misión médica en Ecuador, y llegó a los Estados Unidos bajo el programa de parole que ampara a los profesionales de la salud.
Manoreys Rojas es un exiliado de Miami al que le prohiben visitar a su hija de 11 años, que recientemente tuvo un intento de suicidio, luego de que quedara afectada psicológicamente por la separación de sus padres.
Tras conocer esta noticia el pasado 25 de febrero, Rojas voló a Cuba y en el Aeropuerto Internacional de La Habana le tuvieron retenido durante 10 horas. Tiempo durante el cual los oficiales de inmigración le dieron falsas esperanzas a pesar de conocer la trágica situación por la que pasaba este graduado de fisioterapia y traumatología.
El gobierno de la Isla sanciona a los profesionales de la salud que abandonan misiones en el extranjero a pesar de estar violando la constitución del país, el código de familia y el artículo 13 de los Derechos Humanos.
Como este padre hay otros miles de cubanos que están en similar situación, y que hasta los ocho años no pueden regresar a Cuba a ver a sus familiares.
