Luego de 20 años de que el vuelo 592 de ValuJet se estrellara en los Everglades de Florida matando a 110 personas, el Buró Federal de Investigaciones (FBI) espera que una recompensa contribuya a la captura de un mecánico de la aerolínea que se encuentra fugitivo.
Este jueves, el FBI dio a conocer que se ofrecerá una suma de $ 10,000 a la persona que ofrezca información que conduzca a la captura de Mauro Ociel Valenzuela-Reyes, quien trabajó para SabreTech, el contratista de mantenimiento de la aerolínea.
La investigación sobre el accidente terminó con la acusación formal de Sabretech y tres empleados, pues los investigadores determinaron que los generadores químico de oxígeno que iban empaquetados en la bodega fueron erróneamente cargados en el vuelo y aprobados por los empleados de la compañía como carga inofensiva, a pesar de que carecían de límites de seguridad.
En relación a este caso dos personas fueron detenidas, pero Valenzuela Reyes sigue aún prófugo de la justicia. "Huyó antes del juicio", dijo la agente especial del FBI en Miami, Jacqueline Fruge, quien aseguró: "Queremos el cierre" del caso.
Valenzuela-Reyes pudiera tener conexiones en Atlanta, Georgia, donde su ex esposa e hijos han residido, y también en la ciudad de Santiago, en Chile, donde tiene familia y pudiera estar viviendo actualmente con una identidad falsa, dijeron funcionarios del FBI.
"Hemos tratado durante años de encontrarlo", dijo Fruge. "Me molesta, lo he vivido y respirado durante muchos años", precisó la agente refiriéndose a la frustración por un caso que aún tiene culpables sin cumplir su merecido.
El vuelo 592 despegó del Aeropuerto Internacional de Miami el 11 de mayo de 1996, y a menos de 10 minutos en el aire, el piloto informó de un incendio en el área de carga.
Las investigaciones concluyeron que el fuego que se inició en la bodega del avión fue consumiendo la zona de carga, incendiando los neumáticos, provocando un humo tóxico que terminó por dejar inconsciente a los pasajeros.
El avión se disponía a regresar al aeropuerto cuando se estrelló en las aguas pantanosas y poco profundas de los Everglades, matando a los 105 pasajeros y a los cinco tripulantes a bordo.
