Extremas medidas de seguridad enmarcan el encuentro de los presidentes Donald Trump y Xi Jinping en el club residencial privado de Mar-a-lago en West Palm Beach.
Desde anoche y durante todo el día agentes del Servicio Secreto y de la policía de los condados Palm Beach y Broward invaden literalmente las calles.
En los alrededores, la reunión de los dos presidentes se vive de manera muy diferente. Miles de chinos con banderas de su país le dan la bienvenida a su presidente, pero otros tantos gritan consignas en su contra.
Otros se preocupan por uno de los temas más delicados de este encuentro: la amenaza de Corea del Norte.
Cerca de la mansión presidencial cientos de vietnamitas gritan furiosos contra la presencia del presidente chino. Dicen que China debe retirarse cuanto antes del mar territorial de Vietnam; un hombre fue arrestado.
“Estamos aquí para apoyar a la comunidad por la invasión de China en Vietnam y que saquen a su gente de nuestro paí”, dijo Ku Fau-Cjei, vietnamita residente en West Palm Beach.
Los presidentes Trump y Jinping cenarán esta noche junto a sus esposas. Ambas delegaciones tendrán reuniones a puerta cerrada. El presidente Trump ha escogido esta mansión para sus encuentros de alto nivel desde que tomó posesión de su cargo en enero.
Local
Tras la cena de gala de esta noche, a primera hora del viernes los dos mandatarios reanudarán su agenda bilateral.
