Cubanos en la última frontera: sobreviviendo en la crisis

Liudmila y Abdel intentaron 8 veces salir de Cuba en balsas y lanchas, pero su vida se complicaba con cada aventura fallida.

Abdel R. Pérez, cubano migrante en Tapachula, dice: “Trabajaba en las comunicaciones...trabajaba en la eléctrica...no me dejaron trabajar más...vivía inventando”.

Cuando pudieron, se fueron a Chile buscando otra vida: “pedimos refugio en Chile y nos lo negaron. Se lo estaban negando a todo el mundo”, dice Abdel.

Finalmente, lo invirtieron todo en el camino. Un total de $5,000 y una travesía de 7,000 kilómetros desde Chile. Hoy están en Tapachula.

La espera y el bolsillo son una combinación incómoda para los migrantes que permanecen escondidos en hoteles o casas alquiladas.

En Tapachula todos temen al llamado “avión de la muerte”, donde deportan a los cubanos.

En total, los migrantes invierten un promedio de $25 al día en alimentación y hospedaje, un lujo aún para aquellos que reciben ayuda de sus familiares en EEUU.

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