MIAMI, Florida - En las últimas semanas, la esperanza de muchos cubanos se elevó al conocer la posibilidad de calificar para un parole con el formulario I-220A, a raíz de una nueva ley que generó expectativas. Sin embargo, las recientes experiencias de algunos exiliados han dejado un sabor agridulce en sus aspiraciones.
En el recorrido de sus vidas, cada cubano tiene una larga y difícil historia que contar. Bryan Pérez, exiliado cubano y ex médico especialista en medicina interna, narra su escape ilegal desde Cuba hacia Gran Caimán, pasando por Jamaica, Nicaragua, Honduras, Guatemala y México. Su liberación se materializó al cruzar la frontera con el codiciado I-220A.
Aunque el formulario I-220A concede la "Orden de Libertad Bajo Palabra" a aquellos liberados por oficiales de inmigración, su alcance difiere del parole convencional. Contrario a este último, el I-220A no permite acogerse a la Ley de Ajuste Cubano, un detalle crucial que ha desconcertado a muchos exiliados, como relata Dayana Pérez, quien atravesó varios países con sus hijos en busca de un futuro mejor.
La esperanza de una nueva ley
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La reciente aprobación de una ley generó expectativas en la comunidad cubana. Sin embargo, según el abogado de inmigración Jose Guerrero, no implica automáticamente que todos los poseedores del I-220A obtendrán parole. Se trata de una revisión interna para determinar si, al ser liberados, debieron recibir parole.
Yuniel Escabera, otro exiliado cubano, admite el error al ingresar por la frontera, pero busca corregirlo integrándose a la sociedad y contribuyendo al país. Rodolfo Odio, con más de 60 años de resistencia a la dictadura castrista, resalta la búsqueda de libertad que une a todos los cubanos exiliados, más allá de las complejidades burocráticas.
Alejandro Mena Ortiz expone la necesidad de recibir parole para ajustar el estatus y poner fin a la incertidumbre en la que viven. Los cubanos exiliados claman por una solución que les permita sentirse libres por primera vez, alineándose con otras generaciones de exiliados cubanos que han encontrado amparo en el sistema migratorio.
Mientras cientos de cubanos exiliados aguardan una posible solución, los expertos recomiendan revisar cada caso con un abogado de inmigración. La incertidumbre persiste, pero la esperanza y la determinación de esta comunidad continúan siendo pilares fundamentales en su búsqueda de un futuro más prometedor.