¡Meow!… ¡Dice ser un gato en un cuerpo de mujer!

La noruega Nano afirma que hace 4 años se dio cuenta del error que se produjo en su nacimiento

Probablemente, sobre todo en los días helados en que tienes que ir a trabajar, te sientas un poco como un gato doméstico que se niega a dejar la comodidad de su sueño.

Pero esta mujer noruega llevó ese sentimiento al siguiente nivel. Nano asegura que desde que tenía 16 años se dio cuenta de que en realidad era un gato atrapado en el cuerpo de una humana... y ¡ya ha adoptado diversos gestos muy felinos!

La joven, de 20 años, abrió su vida como gatita y confiesa que tiene un afinado sentido de la audición y la vista, lo que le permite cazar ratones en la oscuridad.

La singular revelación la dio a conocer a través de un video en YouTube, que ya ha sido visto más de 470,000 veces.

La joven muestra sus características gatunas usando unas orejas y una larga cola artificiales, además de que insiste en maullar.

"Me di cuenta de que era un gato cuando yo tenía 16 años, cuando los médicos y psicólogos descubrieron cuál era 'el asunto' conmigo. En mi nacimiento hubo un defecto genético", explica en el video.

Mientras caminaban por la estación central de Oslo, un presentador le preguntó a Nano qué es lo que ella podía oír y ver a diferencia de una persona normal.

"Maletas rodando por el suelo", responde. "Llaves tintineando en los bolsillos. Las personas que tienen hielo bajo sus zapatos".

De repente, ella deja escapar un silbido y retrocede.

"Hay un perro por allí", explica. "Algunas veces me asusta cuando me topo con perros en mi camino. Esto se debe a su comportamiento y a que mi instinto reacciona automáticamente".

La mujer gato lleva un par de patas suaves de color rosa con las que se acaricia, sobre todo cuando debe estar en contacto con el agua.

Cuando le preguntan si nació en una especie equivocada, ella no duda y responde con un contundente ¡sí!

Nano prefiere gatear sobre sus manos y rodillas, y poner sus "patas" en las ventanas cuando quiere salir a la calle.

También dice que, pese a su tamaño, puede dormirse en el lavabo y en los marcos de las ventanas.

"También es obvio que soy un gato cuando empiezo a ronronear y a maullar", asegura. "Y cuando camino en cuatro patas y cosas por el estilo".

Aunque afirma tener visión nocturna, nunca ha cazado un ratón.

"Puedo ver mejor en la oscuridad que bajo la luz del día. Eso no es problema", dice ella. "He estado corriendo mucho después de ver animales entre las sombras".

Nano tiene un amigo llamado Sven, quien tiene una personalidad de gato.

Ambos van al parque juntos y se maúllan.

"Él tiene algo que se llama 'personalidades' y una de ellas es la de un gato", explica.

"¿Entonces tú naciste como un gato, pero Sven que ha convertido en un felino?, le preguntan a Nano.

"Él es humano, pero tiene a alguien en la cabeza que es un gato, y yo nací como un gato", insiste.

La joven dice que su vida como un gato era "agotadora", pero que no quiere vivir como un ser humano.

"Mi psicólogo me dijo que puedo crecer fuera de él, pero lo dudo", concluye. "Creo que voy a ser gato toda mi vida".

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