Esperanza en la oscuridad

Con una fe inquebrantable, Mayu Bravo no pierde la esperanza de hallar la luz en el mundo oscuro en el que viven sus dos hijos de 12 y 9 años.

Desde que Ariana y Enrique nacieron han sido niños felices, saludables y activos, pero en agosto del 2013, ambos fueron diagnosticados con retinitis pigmentosa, una enfermedad genética que afecta la visión y progresivamente termina en ceguera total.

Mientras que Enrique, por ahora tiene más capacidad de visión, Ariana, a pesar de su dura realidad, no se da por vencida.

Cada tarde, esta jovencita se dedica a entrenar a las mascotas de sus vecinos, y lo hace sin haberlo estudiado, porque siente una verdadera pasión por los animales.

Y a pesar de sus limitaciones, Enrique tiene una beca para tocar piano y juega en un equipo de fútbol.

La enfermedad aún no tiene cura pero Mayu espera que los avances tecnológicos logren muy pronto detener la ceguera.

Mientras tanto, Ariana y Enrique cada día pierden más la capacidad de reconocer colores, formas y rostros que hoy, con mucha dificultad, pueden ver.

Aunque en cualquier momento, Ariana y Enrique quedarán en la oscuridad, no renuncian a una cura que les devuelva la luz.

Hace dos años, Mayu creó la fundación hopeforlight para recaudar fondos para las investigaciones y gastos médicos. Y si usted está interesado y quiere ayudar con esta causa entre a: http://www.gofundme.com/hope-for-ariana--enrique 

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