Cientos de lo que parecen ser caracoles africanos gigantes, que se encuentran entre las especies exóticas potencialmente más peligrosas del mundo, han invadido una región en el norte de Perú.
Las autoridades creen que la invasión se debe a una ola de lluvias intensas e inundaciones en el área, y trabajan para contener la propagación de enfermedades en la región, que se encuentra bajo alerta por una epidemia de dengue.
Los caracoles viven entre la basura y se reproducen en los excrementos de ratas. Pueden resultar contaminados y propagar parásitos y bacterias entre los seres humanos.
Las autoridades han advertido a los residentes que no toquen los caracoles con sus manos, y que tampoco los tiren vivos a la basura.
Recomiendan a las personas matarlos con agua con sal y solicitar asistencia oficial para disponer de ellos.
También se investiga si la intervención humana tuvo que ver con la propagación de la especie en suelo peruano.
