Entre los miles que lloran la pérdida del joven pelotero José Fernández se encuentran todos los que trabajan en el restaurante Copacabana de Jupiter, donde el joven astro venía varias veces a la semana durante el entrenamiento de primavera.
"José Fernández era como un hijo para nosotros", dice Gustavo García, dueño del restaurante.
El fallecido pitcher estrella de los Marlins de Miami acudía varias veces a la semana mientras se encontraba en la temporada de entrenamiento de primavera en Jupiter.
"El siempre venía con sus amigos, nos ordenaba comida para 100 personas, para los novatos, invitaba a los muchachos más jovencitos de República Dominicana y de Puerto Rico", relató García.
Y es que por todo lo que representaba, este restaurante cubano lo hacía sentir muy especial.
“Siempre venía aquí, porque se sentían como en su casa y a él le gustaba mucho comer churrasco y la masita de puerco", agregó el propietario.
Lester Rodríguez, empleado del restaurante, tuvo el placer de atender a Fernández y a su mamá varias veces, y fue testigo de lo disciplinado que era el deportista.
"No tomaba, no tomaba… Algunos vienen y se toman un mojito, pero él no tomaba, soda es lo que tomaba ese hombre, soda y agua", contó Rodríguez.
Una de las fotos que cubre una pared del establecimiento muestra a José Fernández como era, cercano a todos y jugando dominó con otros clientes que desconocían su fama.
“Se le va a echar bastante de menos, se le va a echar bastante de menos", repitió Rodríguez.
Según dijo el dueño del restaurante, el recuerdo de Fernández, plasmado en las fotos que orgullosamente exhibe el local, permanecerá allí indefinidamente.
