El éxodo de los cubanos ha sobrepasado la capacidad de acogida humanitaria de la ciudad fronteriza de El Paso, en Texas.
Se calcula que unos 300 cubanos llegan diariamente a Ciudad Juárez desde Panamá. Una vez en Juárez cruzan el puente que separa a México de Estados Unidos.
“No estábamos muy bien. Cuando un pueblo emigra es porque los gobernadores no están haciendo las cosas bien”, dice Reynier Pedroso, inmigrante cubano.
Javier Román, coordinador de la iglesia San Francisco, dice que el local recibirá nada más 40 a 45 personas y el resto se van a separar a diferentes lugares.
Será una estancia temporal de dos o tres noches para que los cubanos contacten a sus familias y puedan continuar su viaje. Sin embargo, según este coordinador prevé una ayuda estatal y de la Diócesis de El Paso para quienes no tienen familia en Estados Unidos.
La ayuda sería de unos $435 dólares por persona por ocho meses, mientras que los inmigrantes busquen trabajo y manutención para sus familias.
Los feligreses han respondido al llamado de la parroquia para asistir a los refugiados.
“La respuesta ha sido increíble… tenemos agua, bastante comida y ropa porque muchos solo vienen con la ropa que traen puesta”, relató Javier Román.
En tanto, un centro comunitario también les ha ofrecido albergue y alimentos.
Adela Herrera, una inmigrante cubana, cuenta las tragedias de la travesía desde Colombia.
“Una señora perdió la vida porque no pudo subir la loma de la selva y bueno hemos venido todo este grupo ayudándonos, y hemos perdido muchos compañeros”, relató la mujer.
Historias que se mezclan con sueños de futuro.
“Desde que era un niño, mi sueño siempre ha sido estar en este país. y espero prosperidad y poder ayudar a mi familia y ser una mejor persona y creo que lo voy a lograr”, afirma Miguel Angel González.
Según datos de la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras, por el punto fronterizo de El Paso han llegado a Estados Unidos 1,637 cubanos, durante los siete primeros meses del año fiscal que comenzó el pasado 1ro de octubre.
