Recuerdan al ídolo mexicano de la lucha libre

El Santo nació el 23 de septiembre de 1917 y su leyenda aún vive entre sus fans.

El nombre de Rodolfo Guzmán no dice mucho en México

Pero su otro yo, El Santo el enmascarado de plata, es una leyenda de la lucha libre profesional, la historieta y el cine. Contribuyó a promover la lucha libre del país en el mundo y es uno de los grandes ídolos de la cultura popular mexicana.

“La lucha libre no sería lo que es si no fuera por El Santo”, dijo Roberto Shimizu, director de arte del Museo del Juguete Antiguo en la Ciudad de México. “Y para nosotros los mexicanos, El Santo es una figura de rectitud, de integridad, de dedicación. Él representa cada virtud”.

Incluso en momentos en que persiste la conmoción en México tras el devastador sismo de esta semana, el país celebró el sábado el centenario del nacimiento de El Santo.

El viernes, su hijo -también luchador profesional que utiliza una máscara plateada y se llama El Hijo del Santo, organizó una misa en memoria de su padre y las víctimas del movimiento telúrico.

Rodolfo Guzmán nació el 23 de septiembre de 1917 en una pequeña localidad a dos horas la Ciudad de México. La familia de Guzmán se fue a la capital y llegó al famoso barrio de Tepito cuando él era niño.

En la actualidad, una estatua de El Santo está erigida en Tepito, donde comenzó su carrera.

El Santo se convirtió en un superastro después de una legendaria pelea en la que había apostado su máscara contra su mayor rival, Black Shadow, en 1953, en los inicios de la televisión en México.

Pronto la historieta de El Santo fue todo un éxito y el paso siguiente, obvio, fue el cine. El Santo filmó su primera cinta, “Santo contra el cerebro del mal” en 1958, y estelarizó casi 50 películas, entre ellas su más famosa, “Santo contra las mujeres vampiro” de 1962.

“Mientras los estadounidenses tenían a Superman, Batman o el Hombre Araña, nosotros teníamos a Rodolfo Guzmán, El Santo, peleando contra las momias o los nazis”, dijo Felipe Carrillo Montiel, un experto sobre el personaje. “Pero al contrario de esos súper héroes, él era un hombre real, podías leer sus cómics en la semana y luego verlo luchar el fin de semana a tu arena local”.

La pantalla grande consolidó la fama internacional de El Santo y sentó las bases de lo que hoy persiste como una marca lucrativa.

El Hijo del Santo, su hijo menor y el único que le siguió los pasos en la lucha libre, también ha alternado en el cine y la historieta, así como en el activismo ambiental.

El Hijo del Santo administra tres tiendas en las que se puede comprar todo tipo de artículos, desde camisetas, pósters y una bebida espirituosa marca El Santo.

Debido al sismo del martes, un evento dedicado al Santo en Tulancingo, en el estado de Hidalgo, centro de México, fue reprogramado, y fue pospuesta una función de lucha libre que se efectuaría el sábado.

Sin embargo, a pesar de la discreta celebración, expertos señalan que el legado de Guzmán es palpable en su centenario. Este verano, en una muestra en el parque Chapultepec de la Ciudad de México fueron exhibidas 100 fotografías para celebrar el centenario del personaje, y El Hijo fue el invitado de honor en otro festejo en el ayuntamiento en honor a su padre.

“Él fue el primer muñeco de acción mexicano”, dijo Shimizu. “Su imagen fue reproducida millones de veces y cada niño en México tuvo uno”.

Guzmán falleció de un ataque al corazón en 1984 y fue sepultado con su máscara plateada puesta.

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