Pagaron por piscinas que no se terminaron

Lo que pensaron sería un oasis en su patio se convirtió en una pesadilla luego de contratar a una empresa que, dicen, les dejó el trabajo sin terminar. 

Telemundo

Cuando comenzó la pandemia, algunas familias decidieron construir piscinas en sus patios ya que muchas piscinas comunitarias cerraron.  Pero para varias familias lo que pensaron sería un oasis en su patio, se convirtió en una pesadilla luego de contratar a una empresa que, dicen, les dejó el trabajo sin terminar. 

Las unidades de Telemundo Responde a lo largo de la Florida han recibido quejas similares de la empresa Villa Pavers and Pools. “Lo único que tengo es un hoyo que es un nido de ranas y de mosquitos”, dice Raiza Sepúlveda, de Orlando. “Echó un hueco grande y lo dejo ahí por casi seis meses”, dice Angel Lagasse de Fort Lauderdale.

Los clientes se refieren a Ricardo Villaroel, dueño de Villa Pavers and Pools que, según sus anuncios, ofrecía sus servicios de Miami a Tampa.

Nosotros encontramos que tenía clientes inconformes desde el sur de la Florida hasta Orlando.  Esos clientes contactaron a nuestras unidades de Telemundo Responde a lo largo del estado con anécdotas similares. 

“La piscina iba a salir por 37,000 dólares y le dimos un cheque por 21,000 dólares”, dice Sepúlveda. “Una vez le di el dinero pasé por una montaña rusa para poder sacar los permisos. Comenzó a hacer el proyecto sin haber tenido permiso”, cuenta Alex Guadalupe, de Winter Haven.

Angel Lagasse trabaja para la fuerza aérea estadounidense, y dice que confió que, mientras él estaba desplegado, Villaroel terminaría su piscina con los 21,000 dólares que le pagó. “Cuando yo firmé el contrato yo estaba allá en Afganistán y ya pasaron dos años, y todavía no tengo una piscina”, dice Lagasse.

Los clientes dicen que luego de cobrarles costosos adelantos, Villaroel enviaba a trabajadores esporádicamente a hacer parte de la obra antes de abandonar el trabajo. Raiza Sepúlveda cuenta que, en su caso, el dejó de contestar, luego de cobrarle los 37,000 dólares. “Me dijo que si le pagábamos completo podíamos estar seguros de que el 8 de enero nos íbamos a estar bañando en la piscina”, dice Sepúlveda. Eso no sucedió.

Yasmir Guilarte, de Tampa, dice que ya al final no podía ni siquiera comunicarse con Villaroel. “Comencé a llamar a Ricardo, a Ricardo, a Ricardo , nunca más me contesto”.  “Con Ricardo no he podido hacer ningún tipo de contacto”, dice José Méndez, de Holiday.  

Los clientes presentaron quejas formales con el departamento de regulación profesional, que nos dijo que “no puede difundir información respecto a un (posible) procedimiento disciplinario”, hasta después de que “encuentren causa probable”. Por su parte, la oficina de la procuradora general del estado nos dijo que ha “…recibido seis quejas sobre Villa Pavers & Pools…” , y que la “División de Protección al Consumidor está revisando activamente las seis quejas”.

Cuando nuestro equipo en Orlando no logró hablar por teléfono con Villaroel, fuimos a la dirección que aparece en los registros de su corporación, que terminó siendo un apartamento en Palm Springs, donde vive Rigoberto Gonzalez.  “Yo llevo más de un ano viviendo acá, y pues no lo conozco; no tengo idea quien es”, dice González. Cuenta que tantas personas han venido buscando a Villaroel, algunas muy molestas, que tuvo que llamar a la policía de Palm Springs, quien le aconsejó que colocara un cartel en la puerta.

Mientras tanto, los clientes inconformes dicen que han tenido que contratar a otras empresas para terminar lo que Villaroel empezó, y que este caso no es solamente de incumplimiento de contrato. “Mi esposa y yo tenemos un niño autista, y por él es que estábamos haciendo esta piscina”, dice Alex Guadalupe.

La oficina de la procuraduría general del estado nos dijo que, si un consumidor sospecha de una estafa, puede denunciarla llamando al 1 (866) 9NO-SCAM o en la página www.MyFloridaLegal.com

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