Autoridades del condado Miami-Dade ordenaron este martes el cierre de todos los restaurantes, bares, clubes y gimnasios, en un intento por minimizar el contagio y la propagación del COVID-19.
En medio de la creciente preocupación por la crisis del coronavirus se toman medidas desde hace días en varias ciudades del sur de Florida. Una orden ejecutiva que entra en vigor este propio martes asegura que “los establecimientos con más de 10 asientos para comensales tendrán que cerrar y solo se permitirá servicio para llevar o recoger”.
Hasta nuevo aviso todos los establecimientos que ofrecen servicio de bebidas alcohólicas y no sirven comida, incluidos bares, discotecas y salones deberán cerrar a partir de las 12 de la noche de este martes.
Las barras que sirven comida pueden continuar haciéndolo, pero solo para llevar, al igual que los restaurantes que además podrán hacerlo desde ventanas en el Drive-Thru. Los propietarios deberán establecer medidas de distanciamiento social para los clientes que esperan en la fila.
Supermercados, farmacias, cafeterías y restaurantes ubicados completamente dentro de hospitales, hogares de ancianos o instalaciones similares no se verán afectados por esta orden de cierre del establecimientos.
Propietarios de conocidos negocios de la ciudad como los empresarios dueños del Versailles y Joe’s Stone Crab dijeron que ya han cerrado sus restaurantes por los próximos 15 días y que le estarán ofreciendo a sus empleados salario por ese tiempo.
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Stephen Sawitz, gerente de Joe’s Stone Crab, explicó que la idea de continuar con la atención al público impone medidas severas de ciudados con las comidas frías y calientes. Al igual que se regulará la interacción de los trabajadores del lugar con las comidas, minimizando el contacto y aseguróndonos de la perfecta calidad.
El impacto de la crisis provocada por el coronavirus ya golpea a pequeños negocios del sur de la Florida como los de la emblemática calle 8 en la Pequeña Habana. Normalmente estos sitios que gozan de gran concurrencia tienen ahora un panorama distinto, donde las ventas son las más afectadas.
El alcalde de Miam Beach, Dan Gelber, aseguró que las medidas tomadas intentan preservar la estabilidad económica de los pequeños negocios de la ciudad, pero que es necesario que los “trabajadores de esta industria tienen que entender que los clientes con las que están en contacto, pueden ser personas infectadas”.
La ciudad de Miami anunció también medidas bajo el eslogan “Anti social es la nueva manera de ser social”, promoviendo el distanciamiento social. Miami anunció que cerrarían los restaurantes y bares para el público comenzando hoy martes, día de San Patricio, cuando mucha gente normalmente se reúne para celebrar.
Aunque Miami-Dade solo tiene alrededor de 3 millones de residentes cuando se une a los otros condados vecinos de Broward y Palm Beach se considera una metrópoli con más de 6 millones de personas, que desde las últimas semanas está siendo fuertemente afectada por el coronavirus.
El propio alcalde del condado Carlos Giménez permanece en cuarentena después de estar expuesto al contagio tras compartir con un funcionario del gobierno brasileño que luego dio positivo tras una visita al sur de Florida en la que además intercambió con el presidente Donald Trump.
Los anuncios llegan después de que el presidente Donald Trump instara a implementar medidas más estrictas. Trump pidió evitar reuniones de 10 personas o más y también precisamente también pedido a las personas no comer y beber en bares, restaurantes o cualquier lugar público.
