Lo que debes saber
- Empieza el frío en nuestra región y con él la temporada de enfermedades como la gripe, los resfriados, el COVID-19 y hasta alergias.
- No cabe duda de que una de las mejores maneras para tener un sistema inmunológico más fuerte que nos ayude a evitar enfermarnos es tener hábitos saludables que se acomoden a la necesidad e individualidad de cada persona. Eso aparte de lavarnos las manos, las vacunas y cuidarnos.
- El momento exacto y la duración de las temporadas de gripe varían, pero la actividad de la gripe suele comenzar a aumentar en octubre, según los CDC. La mayor parte del tiempo, la actividad de la gripe alcanza su punto máximo entre diciembre y febrero, aunque una actividad significativa puede durar hasta mayo.
Empieza el frío en varios estados del país y con él la temporada de enfermedades como la gripe, los resfriados, el COVID-19 y hasta alergias.
No cabe duda de que una de las mejores maneras para tener un sistema inmunológico más fuerte que nos ayude a evitar enfermarnos es tener hábitos saludables que se acomoden a la necesidad e individualidad de cada persona. Eso, aparte de lavarnos las manos, estar al día con las vacunas y cuidarnos.
"El sistema inmunológico protege el cuerpo de infecciones y enfermedades; combate todo, desde los virus del resfriado y la gripe hasta enfermedades graves como el cáncer", escriben los CDC en su página web. "Nuestros sistemas inmunológicos son complejos y están influenciados por muchos factores. Algunas formas adicionales en las que puedes fortalecer un sistema inmunológico son comer bien, la actividad física, mantener un peso saludable, dormir lo suficiente, no fumar y evitar el consumo excesivo de alcohol", agregaron.
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El momento exacto y la duración de las temporadas de gripe varían, pero la actividad de la gripe suele comenzar a aumentar en octubre, según los CDC. La mayor parte del tiempo, la actividad de la gripe alcanza su punto máximo entre diciembre y febrero, aunque una actividad significativa puede durar hasta mayo.
Gripa y COVID-19
Además de los virus de la gripe, varios otros virus respiratorios también se propagan durante la temporada de gripe y pueden causar síntomas similares a los que se observan en la infección por gripe. Estos virus respiratorios incluyen el rinovirus y el virus respiratorio sincitial, que es la causa más común de enfermedad respiratoria grave en niños pequeños. Otros virus respiratorios que circulan comúnmente incluyen los virus de la parainfluenza humana (HPIV), el metapneumovirus humano (HMPV) Y los adenovirus respiratorios y el coronavirus humano. Hay más información disponible sobre los virus respiratorios distintos de la influenza.
Aquí te compartimos algunas sugerencias para que mantengas tus defensas fuertes durantes esta temporada de otoño e invierno. Recuerda que cada cuerpo es diferente, y es primordial encontrar cuáles hábitos te funcionan mejor.
Recomendaciones para tener un sistema inmunológico fuerte
Consumir alimentos que ayudan al sistema inmunológico
- El jengibre
El jengibre es un alimento que podría ayudar a combatir el resfriado o la gripe debido a que es antinflamatorio y puede ayudar a disminuir esa inflamación que se crea cuando el sistema inmune está comprometido.
Esta planta se puede digerir ya sea en tés o en pequeñas cantidades como en pequeños shots de jengibre solo o combinado con jugo de limón, o de naranja, o cúrcuma, o pimienta de cayena y/o miel de manuka.
2. Alimentos con vitamina C
Entre esos están las frutas como las naranjas, las toronjas, fresas, melón y el kiwi. También los pimientos rojos y verdes, el brócoli, la espinaca, las verduras de hojas verdes en general.
"La vitamina C es un poderoso antioxidante, antiinflamatorio y fortalece las células de nuestro sistema inmunológico", señaló la inmunóloga Dr. Heather Moday en CNBC.
3. El agua
El agua es un líquido esencial para el cuerpo, la cantidad que tomas depende de la actividad y contextura de la persona. Esta ayuda al sistema inmunológico a tener la fuerza para combatir enfermedades de una mejor manera porque el cuerpo estará hidratado. Lo recomendado son 8 vasos por día.
4. El ajo
Según el hospital Mount Sinai hay evidencia que sugiere que el ajo puede ayudar a prevenir los resfriados. "En un estudio, las personas tomaron suplementos de ajo o placebo durante 12 semanas durante la temporada de frío, entre noviembre y febrero. Los que tomaron ajo tuvieron menos resfriados que los que tomaron placebo. Y cuando se resfriaron, las personas que tomaron ajo vieron que sus síntomas desaparecían más rápido que aquellos que tomaron placebo".
5. En general comer bien y evitar cierta "comida"
Lo más importante es darle al cuerpo los alimentos que necesita y evitar aquella "comida" que debilita el sistema de defensas. Por ejemplo, evitar muchas cantidades de azúcar, comidas procesadas y chatarra.
"Comer bien significa poner énfasis en comer muchas frutas y verduras, proteínas magras, cereales integrales, entr otros. Comer bien también significa limitar las grasas saturadas, el colesterol, la sal y los azúcares añadidos", agregan los CDC.
"Comer bien le brinda múltiples nutrientes que respaldan una función inmunológica óptima. Tenga en cuenta que el exceso de algunas vitaminas y minerales puede ser dañino. Hable con su proveedor de atención médica si cree que necesita suplementos nutricionales", advierten los CDC.
Tener hábitos de dormir saludables
Dormir es una de las actividades más importantes para mantener la salud y un buen sistema inmunólogico.
"Hay mucho de cierto en la idea de que dormir es la mejor medicina", dijo a Everyday Health Filip Swirski, PhD, profesor de medicina en la Escuela de Medicina Icahn de Mount Sinai en la Ciudad de Nueva York y quien ha estudiado la relación entre el sueño y la sistema inmunitario.
Por eso es primordial que busques el mejor hábito que te funcione para mejorar tu sueño. Aquí te compartimos algunas recomendaciones de los CDC:
- Se consistente. Acuéstese a la misma hora todas las noches y despierta a la misma hora todas las mañanas, incluidos los fines de semana.
- Asegúrate de que el dormitorio sea tranquilo, oscuro, relajante y tenga una temperatura agradable.
- Retira los dispositivos electrónicos como televisores, computadoras y teléfonos del dormitorio. Trata de no usarlos por lo menos 30 minutos antes de irte a dormir.
- Evita las comidas copiosas, la cafeína y el alcohol antes de acostarte.
- No consumas tabaco.
- Haz ejercicio. Hacer actividad física durante el día puede ayudarle a conciliar el sueño más fácilmente por la noche.
- Despeja tu mente. Realiza ejercicios de meditación, escribe en una hoja tus preocupaciones, o escribe los motivos por los que estés agradecido.
Y es que tener un buen sueño también depende de cómo has manejado tu día y lo que has consumido.
El movimiento
El movimiento es primordial para la salud.
"La actividad física trae beneficios inmediatos y a largo plazo porque ayuda a sentirse mejor, dormir mejor y hasta reducir la ansiedad (que en varias ocaciones es una de las causas por lo que las personas no pueden dormir). Seguir las recomendaciones de actividad física para su edad proporciona. Por ejemplo, estar físicamente activo le ayuda a protegerse de la gripe. Además, la investigación emergente sugieren que la actividad física puede beneficiar potencialmente la inmunidad", se lee en los CDC.
Cuando nos referimos al movimiento es escoger el que más te funcione y que sabes que vas a realizar. Desde caminar, yoga, bailar, pilates, correr, ir al gimnasio, tai chi, karate, o culquier tipo de ejercicio que te guste.
Evitar el estrés
Los CDC señalan que cuando se nivel de estrés es alto, el sistema inmunológico puede tener más dificultades para combatir las infecciones. El estrés también puede elevar los niveles de azúcar en sangre.
Por eso es primordial ser conscientes de cuando nuestro cuerpo está en nivel de estrés para realizar prácticas que ayuden a que se estabilice. Cuando una persona se enfrenta a una situación estresante, el sistema nervioso simpático se activa y libera hormonas como la adrenalina y el cortisol, lo que produce una serie de cambios fisiológicos en el cuerpo, como un aumento en la frecuencia cardíaca, la respiración y la sudoración. Por eso, al ser conscientes de cuando estamos llevando el cuerpo a este estado, muchas veces por razones que no necesitan esa defensa, debemos ayudarlo a regresas al estado del sistema parasimpático que le dice el cuerpo que está a salvo.
Para eso practica respiración, mindfulness, o camina incluso por 5 minutos para relajarte.