En Cuba, un niño quedó casi ciego por la reacción de un medicamento que puso en peligro su vida, tras ser hospitalizado.
Leonel Bauta Cuba, de siete años de edad, apenas puede ver a su madre, pero sueña con ser piloto de avión y jugar con una tableta electrónica.
Llorando, su madre contó que el cuerpo del pequeño quedó cubierto de ampollas, pero sus ojos se llevaron la peor parte, con las córneas que adquirieron un aspecto opaco y los párpados se adhirieron a los globos oculares, a los que les salieron carnosidades.
Fue en diciembre de 2013 que Yohanys Cuba Cabrera llevó a su hijo al hospital con una infección a la garganta causada por convulsiones febriles, según informa el sitio cubanet.org.
El tratamiento de Carbamazepina le produjo una reacción a la piel, al punto que los médicos dijeron que el niño estaba grave y con pocas esperanzas.
Tras dos años de tratamiento, el niño no ha podido recuperar la vista y su madre considera que su condición es producto de una negligencia médica, incluido diagnóstico equivocado.
