Son imágenes que han causado sensación. El rover Perseverance de la NASA aterrizó en Marte el pasado 18 de febrero, y desde entonces ha asombrando a muchos con un vistazo en primera fila al planeta rojo.
Ahora muchos se preguntan cuando llegará el próximo paso: poner a un ser humano en Marte. Para ello la NASA financió un estudio en una universidad de medicina de Georgia.
La doctora Megan McGee-Lawrence admite que siempre ha tenido gran interés en el tema de viajes espaciales y es además experta en huesos. Ahora, ha podido combinar estos dos intereses en su investigación.
Meghan McGee-Lawrence, ingeniera biomédica asegura: “Lo que queremos saber es, ¿como sabría el hueso que se está moviendo de manera mecánica?
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Dijo la doctora, refiriéndose a que cuando los astronautas flotan en el espacio, no están poniendo presión en sus piernas, por lo que pierden densidad muscular y ósea.
“Con los huesos, pierden alrededor del 1 por ciento de densidad mineral ósea mensualmente. Y cuando se pierde masa ósea, es más probable que experimenten una fractura”, advierte Meghan McGee-Lawrence, ingeniera biomédica.
La doctora explicó que el hueso es un tejido vivo y debe ser ejercitado para mantenerse fuerte. Un reto para los astronautas que permanecen inmóviles, y aquí en nuestro planeta, para pacientes postrados en cama.
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"Alguien con una lesión en la médula espinal, aunque no esté usando las piernas, todavía se mueve. Y puede desarrollar una fractura ósea incluso si no está caminando o usando esos huesos. Puede contraerlo por una lesión por contacto, o podría ser una lesión por caída”, explica la ingeniera biomédica, Meghan McGee-Lawrence.
La NASA financió el estudio por tres años, pero estos profesionales esperan poder continuar su investigación incluso después de ese tiempo.