¿Qué hay detrás de los sueños?

A pesar de ser parte de nuestra vida cotidiana, los sueños siguen teniendo un halo de misterio. Por milenios, el hombre ha tratado de entender a donde viaja cuando duerme o qué sucede en su cerebro cuando atraviesa las fronteras de la vigilia.

Desde el punto de vista científico, los sueños no pasan de ser un reflejo de la vida cotidiana, de aquello en lo que ocupamos nuestra mente, de las experiencias vividas. Está claro que el estudio de los sueños padece de ciertas limitaciones. Sólo el soñador puede acceder a lo que sueña.

Científicamente se pueden determinar y analizar signos vitales como el ritmo cardiaco, el funcionamiento del hipocampo o algunos neurotransmisores, pero el sueño, el verdadero sueño es territorio restringido; tal vez por ello el asunto onírico, no salga nunca del campo de las especulaciones.

A ello debemos agregar que el soñante olvida, inmediata o paulatinamente. Al despertar, es posible que tengamos alguna memoria de lo que hemos vivido durante la noche -o quizás solo durante los últimos minutos de nuestro sueño- pero lo más probable, es que lo olvidemos muy pronto.

¿Qué hay entonces en los sueños? Tal vez encontremos allí la “materialización” de nuestros deseos. ¿Cuántos enamorados han vivido en sueños –y sólo en sueños- el romance que no han podido hacer realidad en la vigilia?

Muchas veces llevamos al mundo de los sueños nuestras frustraciones cotidianas. Muchas personas que experimentan eventos traumáticos tienen sueños reiterativos que reviven el momento generador del trauma y los llamados “residuos diurnos” de Sigmund Freud no son más que recuerdos prendidos a la memoria que pueden aparecer en nuestros sueños días después de haber sucedido. Para algunos, incluso, los sueños son productos del azar sin significación alguna, pero hay también quienes sostienen que tienen mucho sentido en la medida en que están directamente relacionados con la expresión del subconsciente.

En fin, desde el punto de vista científico podríamos decir que el asunto de los sueños tiene que ver con la memoria y la forma en que los recuerdos almacenados danzan en nuestra mente mientras dormimos; el problema es que los sueños se han ganado un lugar en el mundo de los misterios y es muy difícil sacarlos de ahí.

¿Y de los sueños premonitorios qué?

La literatura universal está llena de sueños proféticos, premonitorios y fatalistas. Los sueños están presentes en las historias de la biblia y el Corán; fue en sueños que supo José que María sería la madre del hijo de Dios y fue en sueños que Mahoma recibió, tras meditar por mucho tiempo en el monte Hira las revelaciones que lo llevarían fundar el Islam: ''Yo vi en sueños cómo un ángel Gabriel hundía dentro de mi corazón un escrito. Cuando me desperté, creí oír una voz que me saludaba como al enviado de Alá”, diría el profeta antes de lanzarse a predicar.

Y para no hablar de sueños tan viejos, podemos referirnos a aquel, mucho más reciente, en el que Paul McCartney concibió una de las canciones más famosas del mundo. De acuerdo con sus biógrafos el músico compuso la melodía completa en un sueño. Al despertar, McCartney corrió a tocarla al piano para exorcizar el olvido.

Es famoso el dramático sueño en el que Abraham Lincoln ve su propio féretro en la Casa Blanca pocos días antes de ser asesinado. El presidente le contó el sueño a su esposa, en él le habría preguntado a uno de los soldados de la guardia de honor, “¿quién es el muerto?” a lo que este habría contestado “Es nuestro presidente. Ha sido asesinado”.

Hay quien dice que Albert Einstein le habría confesado al poeta francés Paul Valery que la formula revolucionaria con la que desarrollaría la Teoría de la relatividad, había venido a él durante una siesta en el campo.

Los científicos como el, podrían argumentar, claro está, que la revelación fue el resultado de miles de horas de trabajo y que mientras el científico dormía, su cerebro seguía trabajando.

Otros mundos

Sin embargo el debate continua, ¿existen este tipo de sueños?, ¿alguien se comunica con nosotros a través de ellos?, ¿son los sueños puertas de acceso a otros mundos?

Para algunos, como los cabalistas, mientras dormimos, nuestra alma tiene acceso a mundos más allá del tiempo y espacio, donde pasado, presente y futuro son uno.

De acuerdo con los seguidores de la Cábala, por ejemplo, si sabemos cómo soñar, nuestra alma puede ver eventos que sucederán en nuestro camino —positivos y negativos— filtrándolos hasta la mente en forma de sueños.

Hay quienes creen además que durante el sueño, el alma emigra del cuerpo y se dedica a recorrer caminos insondables en la vigilia. Lo cierto es que aun siendo soñantes permanentes, de los sueños que soñamos, no sabemos casi nada.

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