Policía bloquea acceso a manifestantes en Baton Rouge

Las protestas son contra la muerte de un afroamericano a manos de la policía

BATON ROUGE, Louisiana - Policías armados con fusiles obstruían el domingo las rampas de acceso para mantener a los manifestantes alejados de la carretera Interestatal 110 en el centro de Baton Rouge, y unas 130 personas fueron detenidas mientras continuaban las protestas por la muerte de un hombre negro a manos de agentes.

A primera hora del domingo, unas 2,000 personas protestaban en el exterior del edificio del Capitolio por los asesinatos policiales de gente negra, explicó el comandante de la policía estatal, Doug Cain. "No había problemas. Parecen estar muy organizados y ser pacíficos", agregó.

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Pero a medida que caía la noche, unos pocos cientos intentaron acceder a la carretera empleando tácticas que se han visto en otras ciudades durante este fin de semana.

Tras las detenciones del domingo, en total durante el fin de semana 160 personas en total fueron arrestadas en Baton Rouge. Solo reportaron lesiones a un policía.

Este es el robot que puso fin a la matanza en Dallas.
La Policía de Dallas recurrió de forma insólita a un robot con una bomba adosada, un instrumento hasta ahora únicamente utilizado en zonas de guerra, para acabar con la vida del autor de la matanza de cinco agentes. Más información aquí.
Expertos y fabricantes coinciden en que esta es la primera vez que se usa un robot para matar a una persona en Estados Unidos, lo que ha avivado el debate sobre la militarización de la Policía y el uso de tecnología de control remoto para labores de seguridad.
Ejércitos de todo el mundo tienen robots fabricados para el combate, incluidos los "drones" (aviones no tripulados) armados, pero no se conocen departamentos de Policía que posean ese tipo de tecnología.
Sí es común que la Policía en Estados Unidos tenga robots como el utilizado en Dallas, que no están diseñados para el ataque sino para detectar o destruir explosivos.
Modelos similares se han usado con el mismo fin en los combates en Irak y Afganistán. Lo insólito del caso es que los agentes decidieran, en un intento desesperado por reducir al atacante, dar al robot un nuevo propósito: le adosaron explosivos y los hicieron estallar junto al agresor, matándolo.
El sheriff John Whetsel, del condado de Oklahoma, ha usado este robot durante siete años, pero nunca para algo así. "Es un aparato muy efectivo y futurista que realmente nos brinda una manera segura de poner nuestros ojos en una situación o locación", dijo. "Creo que fue una excelente idea usarlo en este caso", agregó. "Una de las cosas que se tienen que hacer es neutralizar una amenaza, alguien que había matado a cinco personas".
La cámara es solo una de sus características.
Su cañón de agua se suele usar para abrir paquetes sospechosos.
Sus brazos sirven para ayudar a detonar explosivos.
Su micrófono y parlante se emplean para negociar.
Y su arma se utiliza para abrir cerraduras.
Hasta ahora se habían visto otros usos imaginativos para este tipo de robots en operaciones policiales, pero nunca incorporar una bomba con el fin de matar a un sospechoso.
Robots como el de Dallas han sido utilizados para llevar objetos a sospechosos o rehenes, para distraer a atacantes, o para comunicarse con el agresor.
La Policía local informó a última hora del sábado de que el robot usado es un "Remotec, modelo F-5", con un brazo con pinza en el que pusieron explosivo del tipo "C4". El peso total de la carga era una libra, alrededor de 1.1 libras.
"Cuando todos los intentos de negociar con el sospechoso fallaron y bajo el intercambio de disparos, el departamento utilizó el robot táctico mecánico, como último recurso, para enviar un explosivos y salvar las vidas de agentes y ciudadanos", explicó la Policía de Dallas en el blog en el que narran los avances de la investigación.
La Policía de Dallas optó por este recurso insólito para proteger a agentes y ciudadanos después de varias horas de negociaciones e intercambio de disparos con el atacante, un exsoldado del Ejército estadounidense que volvió de Afganistán en 2015.
Según varios medios, el departamento compró el robot hace algunos años como parte de un programa por el que el Pentágono vende equipamiento militar usado a las fuerzas de seguridad del país.
Por eso, el uso de un robot con explosivos ha reforzado las críticas que apuntan a que los departamentos de Policía estadounidenses están demasiado militarizados.
Ese fue uno de los debates durante las protestas que desencadenó la muerte del joven negro Michael Brown a manos de un policía blanco en el verano de 2014, a las que los agentes locales respondieron ataviados con equipamiento militar.
El profesor de la Universidad de Washington y experto en leyes y robótica Ryan Calo no considera que el uso del robot en una situación excepcional como la de Dallas abra ninguna cuestión legal, aunque se trate de un asunto sensible. Otra cosa sería "si los agentes usaran robots terrestres y 'drones' en paradas rutinarias, lo cual sería problemático si tuvieran fuerza letal. Disminuiría la conciencia situacional y haría más fácil que las cosas escalaran", explicó a la revista Fortune.

El gobernador de Louisiana, John Bel Edwards, dijo que está "muy orgulloso" del proceder de las fuerzas del orden ante las protestas por el incidente en el que policías blancos mataron a un hombre negro en la ciudad.

Flanqueado por autoridades policiales de alto rango, Edwards dijo que no cree que los agentes hayan actuado con demasiada severidad por utilizar equipos antimotines para alejar a los manifestantes de una carretera.

"Las tácticas policiales han sido muy moderadas. Estoy muy orgulloso de eso", expresó el gobernador demócrata, que proviene de una familia de jefes policiales.

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Las tensiones entre los civiles negros y la policía se han incrementado notablemente en la última semana, más o menos después de que agentes mataran a tiros a afroestadounidenses en Minnesota y Louisiana, y después de que un francotirador negro abatiera a cinco policías blancos en Dallas en lo que parece una venganza.

"Sigo decepcionado por la policía de Baton Rouge, que persiste en provocar a los manifestantes que protestan pacíficamente. Hay mucho trabajo por hacer, específicamente con este departamento de policía", expresó DeRay McKesson, un prominente activista del movimiento Black Lives Matter, quien recibió el domingo con abrazos a simpatizantes que pasaron la noche en prisión.

El ataque a los policías el jueves 7 de julio de 2016 en Dallas es el que más víctimas dejó entre los oficiales estadounidenses desde los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2011.
Cinco policías fallecieron y otros seis resultaron heridos cuando dos francotiradores les dispararon desde posiciones elevadas, informó la Policía de la ciudad de Dallas. Más información aquí.
Fotografía cedida por la Policía de Dallas que muestra al oficial Brent Thomson, uno de los cinco policías muertos en un tiroteo durante una manifestación contra la violencia policial hacia los negros en EEUU, en Dallas, Texas, el 7 de julio de 2016.
Agentes de la policía de Dallas y personal médico forman un cordón a la entrada del hospital Baylor Scott & White, donde fue llevado el cadáver de uno de los cinco agentes muertos. Obama repudia ataque contra policías en Dallas.
Policías trabajaban cerca del lugar donde 11 oficiales recibieron balazos, cinco de los cuales murieron, en Dallas. Mira aquí las fotos.
Oficiales investigan el área donde el sospechoso de matar a cuatro policías, Maurice Clemmons fue acribillado a tiros por un policía de Seattle, Washington el 1° de diciembre de 2009.
Los policías de Lakewood muertos en una emboscada el 29 de noviembre de 2009: los oficiales Greg Richards, Tina Griswold y Ronald Owens, y el teniente Mark Renninger.
Maurice Clemmons, quien mató a los policías en un local de la compañía Forza Coffee, fue buscado por la policía duarante dos días. El sospechoso de la matanza se atrincheró en un estacionamiento durante una hora, hasta que la policía le dio muerte a tiros.
Policías durante el funeral el 8 de diciembre de 2009 en Tacoma de sus compañeros caídos en Lakewood, Washington, el 29 de noviembre.
Tres oficiales de policía de Oakland, California, murieron y otro quedó gravemente herido y falleció después, tras una parada de tráfico, seguida por un tiroteo con el sospechoso, que también murió, el 21 de marzo de 2009.
El subjefe de Policía de Oakland, Dave Kozicki, se seca las lágrimas junto al alcalde de la ciudad, Ron Dellums, durante una conferencia de prensa en la que anunciaron las muertes de tres oficiales el 21 de marzo de 2009.
Escena del funeral de los oficiales caídos en Oakland: los sargentos Mark Dunakin, de 40 años; Ervin Romans, de 43; Daniel Sakai, de 35, y el oficial John Hege, de 41. La policía mató al sospechoso, Lovelle Mixon, de 26 años.
Si bien los atentados terroristas contra las torres gemelas de Nueva York el 11 de septiembre de 2001 con dos aviones de pasajeros no fueron específicamente dirigidos a la policía, hubo 72 oficiales muertos ese día, junto a numerosos bomberos.
Las muertes de agentes fueron un daño colateral de los atentados del 11 de septiembre de 2001, que mataron a casi 3,000 personas y dejaron más de 6,000 heridos. En la foto, un auto patrullero destrozado.
Policías neoyorquinos frente a las ruinas del World Trade Center dos días después de los atentados. Los 72 oficiales muertos provenían de distintas agencias, incluidas la Autoridad Portuaria, el Departamento de Policía de Nueva Jersey, el Departamento de Policía de Nueva York, el Departamento de Estado de Nueva York, el Departamento de Estado de Impuestos y Finanzas, la Oficina de Administración de Tribunales del Estado de Nueva York, el Departamento de Bomberos de Nueva York, el FBI y el Servicio Secreto de EEUU. Un oficial del Servicio de Pesca y Vida Silvestre de EEUU murió en el vuelo 93, que se estrelló en Shanksville, Pennsylvania.
El policía neoyorquino Ken Radigan en la capilla episcopal de St. Paul, cerca del lugar del atentado contra el World Trade Center, 10 días después del fatídico día. La capilla sirvió como área de alivio para los rescatistas.
El 19 de abril de 1995, ocho agentes de policía federales perecieron en el atentado terrorista en Oklahoma City: Alan Whicher, Cynthia Brown, Donald Leonard, Mickey Maroney, Paul Ice, Claude Medearis, Paul Broxterman y Kenneth McCullough.
Timothy McVeigh, condenado a muerte por el bombazo en el edificio federal Alfred P. Murrah, en Oklahoma, fue ejecutado en junio de 2001.
Representantes del Ejército, la Marina y la Casa Blanca recuerdan a las víctimas del atentado en Oklahoma, en una ceremonia en el cementerio nacional de Arlington.
Cuatro agentes especiales del Departamento de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos de EEUU murieron el 28 de febrero de 1993 durante la Masacre de Waco, Texas, donde el líder de la secta de los Davidianos, David Koresh, se había apertrechado con armas presuntamente ilícitas y decenas de sus seguidores. Tras la muerte de los agentes, Conway LeBleu, Todd McKeehan, Robert J. Williams y Steven Willis, así como de cinco personas más, hubo un asedio de 51 días que terminó en la muerte de 82 davidianos.

El portavoz de la policía de Baton Rouge, el sargento Don Coppola, atribuyó parte de la violencia y el gran número de arrestos a agitadores externos. Un agente perdió dientes debido a un proyectil lanzado fuera de la comisaría y agentes confiscaron además tres fusiles, tres escopetas y dos pistolas durante la protesta, escribió Coppola en un correo electrónico.

"Parece que la protesta en la comisaría de Baton Rouge se ha vuelto más violenta a medida que llegan más manifestantes que no son de la ciudad", afirmó.

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Sin embargo, la mayoría de los detenidos viven en Louisiana y enfrentaron solo un cargo por obstruir una carretera, indicó el portavoz policial Casey Rayborn Hicks a AP.

Los problemas no se dieron solo en Louisiana. En Minnesota, autoridades dijeron que 21 agentes de la policía de St. Paul y seis patrulleros estatales resultaron heridos y unas 100 personas fueron arrestadas el sábado en la noche y a primera hora del domingo durante enfrentamientos por la muerte de Philando Castile por disparos de la policía.

Sin embargo, los incidentes violentos fueron menores en comparación con Baton Rouge.

"Puedo garantizar que estamos escuchando a los manifestantes", dijo el gobernador de Edwards. "Estamos escuchando sus voces. Pero estoy específicamente agradecido de que nuestros ciudadanos aquí en Louisiana, en muy gran medida, han decidido protestar en una manera constructiva y pacífica".

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