Tras visita a Ecatepec, el Papa va a hospital pediátrico

ECATEPEC, MÉXICO - Después de la misa en Ecatepec, el papa Francisco asistió a un hospital pediátrico en la Ciudad de México, donde convivió, escuchó y bendijo a varios niños. Ahí tuvo un particular Día del amor y la amistad, cuando una niña le obsequió una tarjeta con un corazón.

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"¿La hiciste vos?" le preguntó el pontífice. La pequeña, en silla de ruedas, asintió. "Gracias", contestó Francisco. Otra paciente le dedicó una delicadísima interpretación del Ave Maria, tras la cual el Papa, visiblemente conmovido la dio un beso y la bendijo.

En su mensaje a los pequeños subrayó la importancia de la "cariñoterapia" junto con las medicinas para sanar a los niños. Es "tan importante la cariñoterapia, tan importante... A veces una caricia ayuda tanto a recuperarse", dijo.

El papa Francisco presidió un multitudinario servicio religioso en uno de los lugares más peligrosos de México.

El pontífice llamó el domingo a los mexicanos a resistir las tentaciones de la riqueza y la corrupción que sólo degradan a las personas.

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Al celebrar una multitudinaria misa en Ecatepec, una localidad afectada por la violencia y el crimen, el pontífice dijo que sabe que no es fácil evitar la seducción del "dinero, la fama y el poder" que pone frente a ellos el demonio y les advirtió que sólo con la fuerza que da Dios pueden enfrentarlo

"Metámoslo en la cabeza: con el demonio no se dialoga, no se puede dialogar, porque nos va a ganar siempre", dijo el papa al improvisar en una parte de su homilía. "Solamente la fuerza de la palabra de Dios lo puede derrotar", aseguró.

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Francisco ofició el domingo la que se espera sea la misa más multitudinaria de su visita a México en la municipalidad de Ecatepec, la más poblada del país y que en los últimos años ha registrado un incremento de la violencia, en especial contra las mujeres.

"¡México es una sorpresa!", expresó un emocionado papa Francisco poco antes de poner fin a su primera visita pastoral a este país.
"¡México es una sorpresa!", expresó un emocionado papa Francisco poco antes de poner fin a su primera visita pastoral a este país.
"¡México es una sorpresa!", expresó un emocionado papa Francisco poco antes de poner fin a su primera visita pastoral a este país.
Mientras los reunidos en el aeropuerto le decían adiós con pañuelos blancos y amarillos, el papa Francisco bendijo a un país que, dijo, le conmovió por la esperanza de sus habitantes aun en medio de tanto sufrimiento.
El papa Francisco inició el ascenso al avión que lo llevaría de regreso al Vaticano, tras seis días de intensas jornadas en México.
El gabinete en pleno del presidente Enrique Peña Nieto se trasladó hasta Ciudad Juárez, Chiahuahua, para despedir al Papa Francisco.
Se acercaba el momento de la despedida oficial. Nadie quiere decirle adiós al Pontífice.
Con el cariño y la paciencia que demostró hacia los niños, el Papa se tomó numerosas fotos con los menores que acudieron a despedirlo.
Los niños que estaban en las primeras filas, entre ellos algunos hijos de funcionarios, desbordaron la seguridad para acercarse al Pontífice.
La pareja presidencial acompañó al Pontífice en la despedida a la que asistieron unas 5,000 personas.
Tras la ceremonia religiosa, el Pontífice se trasladó al aeropuerto de Ciudad Juárez, donde fue recibido por el presidente Enrique Peña Nieto y su esposa, Angélica Rivera.
El Texas, miles de hispanos se reunieron en un estadio para seguir paso a paso el mensaje del Pontífice.
La ceremonia celebrada por el primer Papa latinoamericano en la frontera entre México y Estados Unidos fue seguida también desde pantallas gigantes.
"¡Usted nos ha mirado con ternura!", dijo J. Guadalupe Torres, obispo de Ciudad Juárez, al agradecerle al Papa su visita.
La fe se hizo presente de diversas manera entre los asistentes a la multitudinaria misa, en la que el papa Francisco bendijo a quienes estaban a ambos lados de la frontera.
Junto a las cruces bendecidas por el Pontífice, fueron colocados zapatos de algunos de los migrantes que murieron en ese sitio.
En ese sitio, el papa Francisco bendijo tres cruces en recuerdo de los cientos de migrantes que han perdido la vida queriendo alcanzar el sueño americano.
El papa Francisco parado en una plataforma junto a la cerca que bordea el río Bravo, la frontera entre México y EE.UU, bendice a un grupo de migrantes.
Policías estadounidenses vigilan el puente internacional durante una misa ofrecida por el papa Francisco en el área de la exferia de Ciudad Juárez, a tan sólo 80 metros de la frontera con Estados Unidos.
Fieles de todas las edades aguardaron durante horas, sin importar las condiciones del clima, para apostarse lo más cerca posible del Pontífice.
Miles de personas se congregaron en la frontera entre México y Estados Unidos para escuchar el mensaje de misericordia y esperanza del Pontífice.
"Dios pedirá cuenta a los esclavistas", aseguró el Pontífice durante la reunión con empresarios, donde escuchó un panorama sobre la industria maquiladora.
El sector empresarial en pleno se volcó hacia el Papa. En el sitio de la reunión, una de las trabajadoras le dijo que quien bebía agua de Ciudad Juárez se quedaría ahí.
En una reunión con organizaciones de trabajadores y representantes de cámaras y gremios empresariales el papa Francisco criticó la explotación laboral.
El coro del penal de Ciudad Juárez interpretó diversos temas y, tras "Color esperanza", el Pontífice tomó de la mano a dos de sus integrantes y oro junto a ellos.
Evelia Quintana habló a nombre de los reclusos y conmovió al Pontífice cuando le dijo que tanto a las autoridades como a la sociedad se les olvida que los presos son seres humanos.
El Pontífice inició su última parada en México, en una cárcel de Ciudad Juárez, Chihuahua, donde los presos construyeron una capilla y le prodigaron emotivas muestras de cariño y esperanza.
En el Hangar Presidencial del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, antes de viajar a Chihuahua, fue despedido por autoridades y el mariachi de la Secretaría de Marina, que le cantaba: "Papa Francisco, esto no es un adiós. Sólo es un hasta luego, ¡qué te bendiga Dios!".
En Morelia, Michoacán, desde el aire era posible ver una imagen inmensa del papa Francisco realizada por un grupo de fieles.
La bella Catedral Metropolitana de Morelia, de estilo barroco y construida con cantera rosa, fue engalanada para recibir al papa Francisco.
El ambiente de las cientos de religiosas que se congregaron en Michoacán para reunirse con el Pontífice fue más que festivo.
Unos 20,000 religiosos de todo el país se reunieron con el papa Francisco en el estadio Venustiano Carranza, de Michoacán.
Mientras aguardaban al Pontífice, algunos religiosos bailaban y entonaban distintas porras y cánticos.
Uno de los asistentes al encuentro con el papa Francisco luce una máscara con la imagen del Pontífice.
Los asistentes al encuentro con el Papa se hacían notar de diversas maneras.
Después de una comida típica, el papa Francisco acudió a la Catedral Metropolitana donde saludó a niños y regaló una imagen.
En el estadio Morelos, por la tarde, el papa Francisco tuvo un encuentro con la juventud mexicana a la que pidió alejarse del narcotráfico y la violencia.
Al paso del papa Francisco todas las personas buscaban tomar imágenes, selfies, además de recibir la bendición.
"¿Qué tentación nos puede venir de ambientes muchas veces dominados por la violencia, la corrupción, el tráfico de drogas, el desprecio por la dignidad de la persona, la indiferencia ante el sufrimiento y la precariedad?", preguntó.
El papa Francisco llamó el martes a sacerdotes y monjas a no paralizarse ni resignarse ante la violencia y el narcotráfico que a veces enfrentan en sus comunidades (AP)
Francisco inició su cuarta jornada en México con una visita a Morelia como un guiño a la Iglesia que quiere después del sonoro regaño que lanzó el sábado a la alta jerarquía católica mexicana (AP).
El papa fue recibido entre ovaciones de sacerdotes, monjas y seminaristas que callaron para la misa pero luego reanudaron los gritos y cantos. (AP)
"¡Se ve, se siente, el papa está presente!", gritaban. "¡Francisco, hermano, ya eres mexicano!". (AP)
La visita del papa a Morelia es vista también como un gesto de respaldo hacia el arzobispo de Morelia monseñor Alberto Suárez Inda. (AP)
A su arribo a Tuxtla Gutiérrez, el papa Francisco recibió un collar, una corona y el bastón de mando de los indígenas, máxima distinción que entregan las etnias mexicanas.
Tras un vuelo en helicóptero, el papa Francisco arribó a San Cristóbal de las casas, donde en el centro deportivo municipal lo esperaban miles de indígenas ante un escenario que muestra una réplica de la catedral local y de otras regiones del bello Chiapas.
Los indígenas de diversas etnias entonaron cantos religiosos para recibir al papa Francisco en San Cristóbal de las Casas.
El papa Francisco abraza al niño de 5 años Rodrigo López Miranda, durante su visita al hospital pediátrico Federico Gómez en Ciudad de México.
El pontífice le da su medicina a Rodrigo López Miranda.
El Papa saluda a los niños del hospital.
El pontífice visitó el hospital después de la misa en Ecatepec.
Se esperaba que al menos 300,000 presenciaran la misa en Ecatepec.
El Papa en Ecatepec.
Niños y adultos vencieron el frío de la mañana para ver al Papa en Ecatepec.
Miles de personas se reunieron en el Centro de Estudios Superiores en el municipio mexicano de Ecatepec, donde el papa Francisco ofreció una misa multitudinaria. (EFE)
En todas las actividades en las que participa el papa Francisco, en Ecatepec, hay vendedores de recuerdos con la imagen del pontífice.
El papa Francisco realiza su oración en privado y en silencio ante la imagen de la virgen de Guadalupe al término de la celebración de la misa del sábado 13 de febrero y al final de sus actividades del día en México.
La diadema de la virgen de Guadalupe que trajo consigo el papa Francisco es presentada durante la celebración de la misa en la Basílica de Guadalupe.
La imponente imagen de la Virgen de Guadalupe parece observar al papa Francisco mientras celebra la misa.
Un momento de la misa oficiada por el papa Francisco en la Basílica de Guadalupe.
La imagen final de la reunión con los obispos.
El papa Francisco hace su recorrido por las calles de Ciudad de México hacia Palacio Nacional. (EFE)
De nuevo, el Papa se enfundó un sombrero mexicano que le fue dado por un fiel.
Uno de los fieles registra con su teléfono inteligente el paso del Papa por el Zócalo.
El Papa en el Zócalo.
El papa Francisco se mostró cálido con el jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, cuando le entregó la Llave de la Ciudad y el pergamino que lo designa Huésped Distinguido.
Imagen de la declaración conjunta tras la reunión conjunta.
El Papa en el recorrido por el Palacio Nacional.
Imagen de la reunión privada con el presidente.
El papa Francisco junto al presidente de México, Enrique Peña Nieto, y su esposa, Angélica Rivera , durante la ceremonia de bienvenida al pontífice en el Palacio Nacional de Ciudad de México. (EFE)
El Sumo Pontífice junto a la pareja presidencial.
Al llegar a la Nunciatura Apostólica, donde pernoctará en México, el papa Francisco dirigió un mensaje a quienes lo esperaban para darle la bienvenida.
Como es usual, el Papa regaló sonrisas a quienes esperaron verle pasar en su ida a la Nunciatura Apostólica.
Esas 11 millas estuvieron llenas de personas, que desde temprano le esperaban.
El Papamóvil recorrió 11 millas entre el aeropuerto y la Nunciatura.
El papa Francisco saluda a su llegada al hangar presidencial del Aeropuerto Internacional de Ciudad de México. (EFE)
El papa Francisco saluda al presidente mexicano, Enrique Peña Nieto y a la primera dama, Angélica Rivera a su llegada al hangar presidencial del Aeropuerto Internacional de Ciudad de México. (EFE)
Francisco saluda desde el hangar presidencial y junto a Enrique Peña Nieto y Angélica Rivera.
Bailarines interpretan un son tradicional del estado de Jalisco antes de la llegada del papa Francisco en el hangar presidencial del Aeropuerto Internacional de Ciudad de México. (EFE)
Bailarines interpretan una danza tradicional del estado de Veracruz antes de la llegada del papa Francisco.(EFE)
Una mujer sostiene un cartel con una imagen alusiva a la visita del papa Francisco en la ruta que tomará el papa para llegar a la Nunciatura en Ciudad de México. (EFE)
El Papa hizo una rápida parada para reunirse con el máximo lider de la iglesia ortodoxa rusa.
Raúl Castro lo recibió y despidió en La Habana después de la reunión con Kiril.
Junto a Kirill, emitieron un comunicado en el que se comprometen a defender el cristianismo.
El Papa se despidió de la prensa en Roma, antes de partir a La Habana.
En La Habana, se reunió con el máximo líder de la iglesia ortodoxa rusa, el patriarca Kirill.
Luego de reunirse con Kirill, proseguirá a Ciudad de México.
En el vuelo, no desperdició la oportunidad de lucir un sombrero mexicano que le fue obsequiado.
Y aunque no hay récord fotográfico, también recibió un inusual obsequio.
El periodista Noel Díaz le regaló una caja para lustrar zapatos.
Con ello, le quiso contar su historia personal, pues tuvo que lustrar zapatos en la calle para lograr pagarse su primera comunión cuando era un niño.
Y en Michoacán fueron más lejos, horneando galletitas alegóricas al Papa.
La panadería Los Olivos las está horneando al mayor.
En esta imagen, se ve a internos del Cereso preparando los espacios que visitará el Papa en ese centro de reclusión de Ciudad Juárez.
También los papamóviles estuvieron a punto para la visita.
Tres de ellos se construyeron en México.
Y otros dos fueron transportados desde Estados Unidos.
Son vehículos descubiertos, tipo pick up.
Vista interior del papamóvil.
Y tampoco incluyen mayores dispositivos de seguridad adicional.
A petición del Papa, estos no tienen lujos.
Hasta los más mínimos detalles fueron cuidados.
Imagen de los preparativos en Morelia.

Un día después de arremeter contra el narcotráfico y la corrupción, el papa criticó a quienes se adueñan de la riqueza destinada a todos. Esa, dijo, "riqueza que es el pan con sabor a dolor, amargura, a sufrimiento.En una familia o en una sociedad corrupta es el pan que se le da de comer a los propios hijos".

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La misa del domingo se realizó en un campo de un centro educativo que se estima tiene una capacidad para cerca de 400,000 personas.En el lugar se acondicionó un altar con una imagen de la Virgen de Guadalupe.

Francisco salió a pie la mañana del domingo de la Nunciatura apostólica de la capital y dedicó unos minutos a saludar y bendecir a la gente que lo aguardaba, sobre todo mujeres, niños y enfermos. Luego volvió a la residencia y abordó el papamóvil.

Antes de llegar a un campo militar para ser trasladado en helicóptero hacia Ecatepec, el papamóvil hizo una parada frente a un grupo de religiosas que emocionadas le obsequiaron un ramo de rosas blancas.

En Ecatepec, con más de 1,6 millón de habitantes, varias pantallas gigantes fueron colocadas a lo largo del camino para seguir minuto a minuto el traslado del papa.

"Viene a Ecatepec porque aquí lo necesitamos: han aumentado mucho los secuestros, los robos y la droga, y trae su aliento", dijo Ignacia Godínez, un ama de casa de 56 años. "Su mensaje llegará a quien lo necesita, para que sepan que somos más los buenos que los malos".

Junto a ella, su hija Alejandra Gallardo, de 23 años, dijo que le gusta que el papa sea una persona que "no anda con rodeos, sino que enfrenta los asuntos de forma directa y sin palabras bonitas".

Ecatepec, en el Estado de México, es una de las localidades más pobladas del país que contrasta por tener zonas con alta pobreza y otras más prósperas, además de zonas industriales.

En los últimos años, la inseguridad se ha incrementado y se ha traducido en homicidios y desapariciones.

Las mujeres son uno de los grupos más vulnerables y según el Observatorio Nacional del Feminicidio, por lo menos 1,554 desaparecieron desde 2005 sólo en el estado de México. El gobierno lanzó una alerta de género por estos crímenes en 11 localidades del estado.

"El papa no va a cambiar las cosas, pero al menos tocará el corazón de quienes hacen daño e intentan destruir el país", dijo Graciela Elizalde, una indígena mazahua de 35 años, que llegó desde las seis de la tarde del sábado para asistir a la misa.

"Él es mensajero de la paz porque precisamente eso es lo que necesita México, no sólo Ecatepec", dijo.

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