Loro habría sido testigo de crimen y está “hablando”

El ave no deja de repetir las últimas palabras de la víctima de un asesinato

¿Podría un pájaro ser la clave del misterio sobre la muerte de un hombre? Sus dueños creen que sí.

Una pareja en Michigan asegura que su mascota, un loro gris de cola roja, repitió las últimas palabras de su hijo, "No dispares" (con palabrota incluida) horas después de su asesinato.

El loro está reproduciendo lo que parece ser un caso de asesinato-suicidio que podría incriminar a la esposa de la víctima.

La madre del difunto, Lillian Durham, declaró que "ese pájaro asimila todo lo que escucha y especialmente las palabrotas, tiene una boca muy sucia".

Dicen que el loro imitó tanto a Martin Durham como a su esposa, Glenna, quien figura como sospechosa en la muerte de su marido, por lo menos de acuerdo con los reportes de la Policía Estatal de Michigan obtenidas por WOOD, estación afiliada a NBC.

La familia de Durham dice que grabó el video del loro, llamado Bud, semanas después de la muerte de Martin, ocurrida en Sand Lake, Michigan.

El video comienza con lo que suena como una discusión, en la que el loro cambia de voz.

Se le escucha decir "no dispares".

Charles Durham, padre de la víctima, afirma: "Personalmente creo que (el loro) estaba allí y recuerda lo que él estaba diciendo".

Reportes policiales obtenidos por WOOD muestran que un testigo preguntó a la policía si podía usar al ave como prueba, pero no citan la respuesta del detective.

El fiscal del condado de Newaygo, Robert Springstead, dice estar consciente de que la pareja tiene un loro que habla, pero que no ha visto el video.

Doreen Plotkowski, dueña del negocio "Casa La Parrot", en Grand Rapids, vio el video y opinó que "definitivamente es una discusión entre un hombre y una mujer".

Agrega que no es extraño que estos loros imiten voces, tanto masculinas como femeninas: "Son muy buenos para eso".

Al escuchar una frase del loro, Plotkowski lo repite: "No me dispares... (palabrota). Creo que es definitivamente algo que oyó antes. ¿Pudo haberlo escuchado el día del disparo? Seguro, absolutamente. Y si lo tiene fresco en su mente, podría repetirlo aún más ahora.

La policía estatal identificó a la esposa de Durham como sospechosa en un asesinato e intento de suicidio, sugiriendo que le disparó cinco veces antes de apuntarse la pistola a ella misma. Agregó que dejó tres cartas de suicidio. La pistola pertenecía a la familia.

Pero en una entrevista con la policía tras recuperarse, negó haber matado a su eposo y expresó que no recordaba nada hasta que llegó al hospital.

Lillian Durham declaró que "es frustrante. Lloro todo el tiempo y lo peor para un marido es ver a su mujer llorando y no poder hacer nada para tranquilizarla porque no hay como".

Contáctanos