Rubio Rubin, un delantero nato para EE.UU

Rubio Rubin, un delantero nato para EE.UU

AUCKLAND, Nueva Zelanda.- Del mismo modo que no hay que juzgar a nadie por las apariencias, tampoco se puede juzgar a un futbolista por el número que lleva en la camiseta. Pese a todos los estereotipos que existen, no todos los números 5 son centrales expeditivos, ni muchos dieces se ajustan al clásico molde del trequartista.

No obstante, hay jugadores que hacen honor a la tradición más clásica implícita el dorsal que lucen, como uno de ellos demostró en Auckland. Rubio Rubin, de Estados Unidos, fue sobre el terreno de juego el número 9 por antonomasia y, cual perro de presa en el área chica, anotó dos goles a bocajarro contra Nueva Zelanda, el primero de ellos desde la misma línea de meta.

El marchamo de un auténtico delantero centro consiste en un deseo irrefrenable de ver puerta contra viento y marea, por lo que esos tantos a quemarropa no hacen más que subrayar el instinto depredador de Rubin. Porque, en realidad, era evidente que el disparo de Bradford Jamieson IV iba a entrar de todas maneras, hasta el punto de que el jugador ya había empezado a celebrar el gol. Rubin, sin embargo, puso su granito de arena para que no quedara ninguna duda.

Instinto goleador

"¿Qué quieren que les diga?", comenta entre risas. "Todo el mérito por ese gol corresponde a mi amigo BJ (Jamieson IV), pero no me quedó más remedio que hacer lo que hice. Es mi instinto. Cuando un número 9 tiene un balón cerca, la reacción automática es lanzarlo a puerta. Eso es así y no se puede cambiar. BJ y yo tuvimos unas palabras sobre el asunto en el descanso, pero muy distendidas y cordiales, y yo le dije: ‘¡Pero qué le voy a hacer si es una cuestión de instinto! Lo llevo en la sangre, no puedo evitar eso de darle el último toque al balón’. Nos conocemos desde que teníamos 14 años y nos llevamos muy bien. No creo que BJ me lo tenga en cuenta".

Se lo tenga en cuenta o no, no parece que eso vaya a quitarle el sueño a Rubin. Porque, mientras otros jugadores se desviven por marcar goles espectaculares, este delantero sabe bien que el empujoncito de última hora al balón es la esencia de su posición.

"Es el típico gol que busca un número 9 y yo quiero marcar todos los que pueda", declaró a FIFA.com. "Mi trabajo consiste en merodear delante de la portería, anticipándome, y a veces tengo suerte. Pero hay que estar siempre bien preparado para aprovechar la suerte cuando se presenta. Eso es lo que hace un delantero centro".

Esos instintos, unidos a su velocidad, su energía y su toque sublime, ya le han reportado a este joven el pasaporte hacia Europa, donde ha fichado con el Utrecht, y tres participaciones en la selección absoluta de Jurgen Klinsmann.

Parece probable, dadas las ganas insaciables de gol que siente Rubin, que no se quitará fácilmente la espina por no haber visto puerta en ninguno de esos tres partidos. No obstante, si lo que quiere son consejos sobre cómo marcar goles con los mayores de Estados Unidos, se encuentra en el lugar más adecuado y en la mejor compañía.

No hay que olvidar que en el cuerpo técnico del combinado sub-20 se halla un cierto Landon Donovan, el máximo goleador histórico de la selección estadounidense, un jugador que sentó las bases para todos los que vinieron después.

"Ni siquiera me atrevo a pronunciar mi nombre a la vez que el suyo", asegura Rubin en reconocimiento a la enorme brecha que lo separa del astro. "Sé que me falta un camino larguísimo hasta llegar al punto en el que pueda compararme con futbolistas como Landon, Clint Dempsey o Jose Altidore. Pero Donovan se ha portado muy bien conmigo y con todos mis compañeros. Con todo lo que ha logrado en su carrera, empezó desde aquí, como nosotros, desde esta competición. Por eso sabe muy bien cómo nos sentimos. Es fantástico tenerlo a nuestro lado".

Donovan y el seleccionador Tab Ramos se sentirán muy orgullosos por la forma en la que el equipo se ha clasificado esta noche para octavos de final. Estados Unidos, sin embargo, no debe dar rienda suelta a la euforia por el 4-0 cosechado contra Nueva Zelanda. Rubin está convencido de que, tras un primer partido poco brillante contra Myanmar, el resultado arrancado a la anfitriona es una muestra de lo que su equipo puede conseguir.

"Esto es lo que se espera de nosotros", explica. "Llegamos aquí convencidos de que podíamos ganar el grupo y todos los partidos que disputáramos. De manera que no diría que, por este resultado de hoy, hayamos cumplido con las expectativas. Pero ya no tenemos los nervios del primer partido y nos sentimos cómodos con el balón. Creo que eso se ha notado hoy".

No ha sido lo único que ha quedado claro. Si los futuros rivales de Estados Unidos han visto el encuentro, se habrán dado cuenta de que tendrán que enfrentarse a un auténtico número 9, a un delantero centro que hace honor a su dorsal.

[Más sobre el mundo del deporte en DeportesTelemundo.com]

Contáctanos