Cuando se prende la música, los movimientos de caderas, sentadillas y flexiones se apoderan de la pista en un baile llamado “twerking” que se originó entre los jóvenes de Estados Unidos. A muchos les parece vulgar y provocativo, sin embargo, en Colombia estas jóvenes los usan para ponerse en forma.
“Yo amo el twerk porque no me gusta ir al gimnasio. Solo el hecho de decir haga 30 abdominales a mí me da como rabia”, dice Zully Ochoa, fundadora de Academia Pin Up.
Se tiran al piso, suben paredes, y con esta rutina dicen que el corazón también se les pone a millón porque el twerking según ellas sirve como ejercicio cardiovascular.
“Todas las chicas sudan. Fortalece demasiado toda la parte de las piernas, pantorrillas, el abdomen”, expresa Susana Botero Marín, instructora de baile en Academia Pin Up.
Estas bailarinas también han hecho de este movimiento de caderas su negocio. En el corazón de Medellín, Colombia, abrieron una academia de baile para que mujeres de todas las edades aprendan a tonificar su cuerpo y a quemar calorías con un movimiento sexy.
“Nosotros en la academia tenemos grupos de niñas chiquitas, de 12, 13 años, y todo tipo de mujer como para dar a entender que esto es un entrenamiento físico de una manera mucho más divertida”, comparte Botero Marín.
“Además, personalmente me ha pasado, cuando uno sale a rumbear ya no bailas igual que todo el mundo. Es imposible bailar como baila cualquiera”, expresa Ochoa.
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Hace dos años, en Colombia tal vez ni se pensaba en una academia como ésta. En Estados Unidos, era el “baile prohibido”, al punto de que suspendieron a una treintena de estudiantes de una escuela secundaria de San Diego, California, por participar en un video que se convirtió en la sensación de las redes sociales.
Sin embargo, ellas comparten que en Colombia la percepción negativa en torno a este baile cambió cuando la estrella del pop Miley Cirus bailó twerking durante los premios MTV del 2013.
“Creo que desde ese tiempo para acá se ha venido viendo algo más ya no tan vulgar. Se ha dado a conocer más como una disciplina, como un entrenamiento físico, aunque obviamente no falta las personas que lo ven como algo vulgar”, expresa Botero Marín.
Para la instructora de baile Tania Cardona, el twerking siempre será un baile controversial.
“Pero yo creo que hay ritmos aun más controversiales en Colombia, como son el choque, la champeta", explica. "Entonces no siento que entró tan abruptamente porque ya estábamos acostumbrados a muchos ritmos que involucran incluso compañeros de baile”.
