“Enjambre” de sismos se intensifica en El Salvador

Más de 100 viviendas han sido dañadas así como carreteras en el oriente del país.

Un enjambre de sismos, estimados en 347 temblopres, viene sacudiendo el oriente de El Salvador, lo que provocó la destrucción el domingo de 11 viviendas y daños en otras 180, así como pequeños derrumbes en las carreteras, informaron las autoridades. No se reportan víctimas.

Al menos nueve temblores de magnitud 4.3 o más han azotado la región, indicó el Servicio Geológico de Estados Unidos. Tres de ellos fueron de 5.2 y 5.6.

En conferencia de prensa, el director de Protección Civil, Jorge Meléndez, informó que los sismos que comenzaron el sábado por la tarde destruyeron 11 viviendas y provocaron daños considerables en otras 180.

La mayoría de ellas fueron construidas con bahareque, un material compuesto de cañas o palos mezclados con tierra húmeda y paja.

Meléndez detalló que uno de los movimientos de tierra provocó derrumbes en la carretera hacia la playa El Cuco, en la zona costera del Pacifico, uno de los lugares turísticos más visitados en el oriente del país.

Protección Civil también decretó una alerta para los municipios de Chirilagua, en el departamento de San Miguel, e Intipucá y El Carmen, en el departamento de La Unión, donde también se suspendieron las clases para el lunes en los centros escolares de la zona afectada.

Al decretar la alerta, el gobierno activa los comités de emergencia para auxiliar a los damnificados. Las autoridades comenzaron a enviar tiendas de campaña para albergar a miles de campesinos que se quedaron sin hogar y que pudieron rescatar algunas de sus pertenencias.

Manuel Díaz, del Observatorio Ambiental del ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, dijo que el origen de esta actividad sísmica se atribuye a fallas geológicas locales y, por el comportamiento sísmico de ese sector, “no se descarta puedan durar desde días hasta semanas”.

El ministerio del Medio Ambiente y Recursos Naturales informó que habían registrado más de 300 sismos en el área del epicentro entre los municipios de Chirilagua, departamento de San Miguel, e Intipucá, departamento de La Unión, fronterizo con Honduras.

Don Blakeman, geofísico del Servicio Geológico estadounidense, dijo que los primeros sismos probablemente fueron sacudidas previas al de magnitud 5.6, que ocurrió justo después de la 1 de la tarde hora local. Su epicentro se ubicó en el Pacífico, a unas ocho millas del poblado de Intipuca, a una profundidad de seis millas.

La actividad sísmica es común en Centroamérica, donde las placas tectónicas chocan entre sí. Blakeman dijo que los sismos del domingo “realmente no fueron nada extraordinario”.

“En ocasiones se ven series de sismos así”, señaló. “Los vemos en muchos lugares. Por ejemplo, son muy típicos del (parque nacional de) Yellowstone. Desde luego, estos (del domingo) estuvieron bastante intensos”.

Los temblores también se sintieron en la capital salvadoreña, pero la Cruz Roja no reportó daños ni víctimas.

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